Estos animales realizan un importante control de plagas y reciclan nutrientes.
Un gran porcentaje de las personas muestran cierto rechazo o miedo cuando ven una rana, salamandra, lagartija o serpiente, ya sea en fotografía o en vivo. Deben creerme cuando les digo que a mí me parecen fascinantes y muy interesantes.
Una explicación del origen del temor a lagartijas o serpientes es, por ejemplo, que los patrones que muestran estos animales, principalmente en forma de triángulos, son los que realmente generan la aversión porque lo asociamos a dientes, garras o púas. Basta con ser conductor, o un atento copiloto, para percatarnos que las señales de advertencia en las vialidades suelen tener formas triangulares.
La repulsión a ranas o salamandras parece estar más relacionada a la apariencia de estos animales, a su viscosa piel o la falsa creencia de que son venenosos (cabe mencionar que las únicas ranas venenosas en América se distribuyen desde Nicaragua hasta Brasil, y que la toxicidad de los sapos es ligera).
Desde mi humilde punto de vista, solemos temer a lo que no conocemos.
En este sentido me gustaría compartir con ustedes una información, que si bien no es nueva pues se publicó en abril del año 2020, es muy interesante para los habitantes del estado de Sinaloa.
Anfibios y reptiles de Sinaloa
De acuerdo a un artículo publicado por la revista ZooKeys, en Sinaloa hay registradas 64 especies de serpientes, 42 de lagartijas, 38 de ranas y sapos, 13 de tortugas, una de salamandra y una de cocodrilo.
Dentro de estas especies podemos encontrar algunas que se consideran de importancia médica, ya que poseen un veneno que afecta la coagulación a nivel neuronal, como pueden ser las serpientes de cascabel, la pichicuata y los coralillos. El resto de los reptiles, y en general los anfibios sinaloenses son inofensivos (no pretendo descartar aquellas serpientes que tienen venenos ligeramente tóxicos, tampoco a los cocodrilos; de modo que deben ser tratados con respeto y cuidado).
Izquierda: Serpiente de cascabel del Pacífico (Crotalus basiliscus) Foto: Francisco Amador Cruz.
Centro: Pichicuata, Cantil o zolcuate (Agkistrodon bilineatus) Foto: Leonardo López.
Derecha: Coralillo (Micrurus distans) Foto: Francisco Farriols.
En mi experiencia personal, durante mi paso de casi cuatro años en el municipio de Escuinapa, al sur del estado, sólo logré ver una serpiente de cascabel y un coralillo. Las especies observadas con mayor frecuencia suelen ser inofensivas o de venenos leves, pero de una belleza inimaginable.
La versatilidad de los reptiles siempre me ha cautivado. En mis recorridos constantemente encontraba reptiles en la arena de la playa o en ramas de árboles aparentando ser una rama más; en los pastizales abandonados desde hace más de 20 años; a la sombra o a la luz, de día o de noche; tomando el sol o saltando desde troncos de la palmera de coco de agua (Cocos nucifera) o de coco de aceite (Attalea guacuyule). Deben disculpar la mención de nombre de plantas, pero no puedo apagar mi corazón botánico.
Algunos reptiles de Sinaloa. Foto: Francisco Amador.
En cuanto a los anfibios, eran muy comunes, más en la época de lluvia, cuando suelen aparearse. En este lugar fue la primera vez que vi tantas especies de todas formas, tamaños y colores. La que más me impactó fue una rana blanca conocida comúnmente como “rana arborícola lechosa”, su nombre científico es Trachycephalus typhonius. Me impresionó tanto por su color como por el patrón de su ojo, que parecía una cruz.
Me encontraba comiendo en medio de una selva de Escuinapa, cuando la vi, conseguí algunas fotos y la liberé; mi error, no haberme lavado las manos. Probé un bocado y tallé mis ojos, la sustancia lechosa (que más bien era un poco transparente) me generó una irritación leve en los ojos y la sensación en la lengua me duró varias horas. Recomendación, después de agarrar cualquier animal hay que lavarse las manos.
Tierra de anfibios y reptiles
Siendo chilango de corazón me he quedado sorprendido de toda la riqueza de anfibios y reptiles que tiene Sinaloa; esto se debe, en gran parte, a la inmensa cantidad de ecosistemas que mantiene el estado y a sus numerosas reservas, como la Meseta de Cacaxtla, Marismas Nacionales Sinaloa y El Verde Camacho, por mencionar sólo algunas de las que visité.
El objetivo del presente texto es mostrar al público de Son Playas este fascinante grupo de animales, así como mencionar que su importancia ecológica reside en cinco categorías: reciclaje de nutrientes, modificación y creación de hábitats, polinización (función sólo reportada en selvas de Brasil), dispersión de semillas y controlador biológico de plagas.
Si te interesa conocer más sobre el mundo de los anfibios y reptiles, participa en los eventos y pláticas que organiza mi colega Joaquín Villegas, en su página de Facebook Coatlán Icvs.
dato
En Sinaloa hay registradas 64 especies de serpientes, 42 de lagartijas, 38 de ranas y sapos, 13 de tortugas, una de salamandra y una de cocodrilo.
ANFIBIOS
Ranas y salamandras.
REPTILES
Lagartijas, serpientes, tortugas y cocodrilos.
Algunos anfibios de Sinaloa. Fotos: Francisco Amador.
Sobre el autor:
Francisco Amador Cruz, especialista en ecología vegetal, estudiante de Doctorado de la Universidad de Guadalajara. Director general en FAC Consultoría Ambiental.
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