Para este año también se tiene programada la construcción de un nuevo relleno sanitario en Miravalles.
El Gobierno Municipal de Mazatlán contempla clausurar el actual basurón después de regularizarlo, de acuerdo con la convocatoria pública expedida por el Comité de Adquisiciones, Arrendamiento y Servicios.
De esta forma, se recibirán cotizaciones “para la elaboración de un plan de regularización del basurón municipal”, el cual deberá incluir el diseño de programas de monitoreo ambiental, restauración del predio y elaboración de un proyecto ejecutivo de clausura, entre otros requerimientos.
Esta convocatoria surge para cumplir con un emplazamiento impuesto al Ayuntamiento por autoridades federales debido al incumplimiento de la Norma Oficial Mexicana NOM-083-Semarnat-2003 relacionada con la disposición de final de los residuos sólidos urbanos.
El basurón opera en la misma zona desde hace más de 30 años y debido a su expansión ha quedado al pie de zonas habitadas.
Actualmente, este tiradero a cielo abierto recibe un promedio de 700 toneladas de basura al día y se estima que el volumen aumenta 10 por ciento anualmente, según datos oficiales. Además, se carece de programas institucionales de separación y aprovechamiento de los residuos sólidos urbanos.
De acuerdo con la norma, los municipios que operan sitios no controlados, como el de Mazatlán, deben elaborar un plan de regularización y/o clausura.
El cierre definitivo también requiere de obras de ingeniería y saneamiento para mitigar los impactos ambientales y a la salud pública durante el proceso de estabilización de los residuos que fueron depositados en ese lugar. Al mismo tiempo en que se procede a la clausura, debe abrirse un nuevo relleno sanitario.

Servicios requeridos
De acuerdo con la convocatoria, disponible en Compranet Sinaloa, el Gobierno Municipal prevé contratar los siguientes servicios:
- Estudio de generación y composición de residuos sólidos y manejo especial
- Estudio de Generación y caracterización de biogás y lixiviados.
- Programa de Monitoreo Ambiental
- Programa de restauración del predio
- Proyecto ejecutivo de clausura y diseño final para uso de suelo final
- Programa de apoyo para la población vinculada al basurón.
En esta convocatoria se revela que será necesario desalojar y reubicar a la población que se ha establecido en la zona de influencia del basurón; los trabajadores que se dedican a la pepena y separación de residuos serán notificados de las actividades de cierre y se ejecutarán medidas de compensación y apoyo tras un análisis socioeconómico. Sin embargo, todavía no se especifican qué acciones serán aplicadas por la autoridad.
El documento no establece fechas para el fallo, por lo que es probable que en los siguientes días el Ayuntamiento informe quiénes fueron las empresas que cumplieron con los requerimientos, sus propuestas económicas y quién otorgará los servicios.

Sobre el nuevo relleno sanitario
El nuevo relleno municipal estará ubicado en inmediaciones del ejido de Miravalles, al noreste de la ciudad, el Gobierno local anunció este proyecto en su Plan de obra 2023, ahí establece que destinará 3.9 millones de pesos de recursos propios para una de las etapas, y otros 3 millones de pesos para estudios hidrológicos, de impacto ambiental y de generación y composición de residuos.
Como parte del proyecto rumbo al cierre y reubicación, en enero pasado el Comité de Adquisiciones del Ayuntamiento autorizó el arrendamiento de un predio ubicado a un costado del actual basurón para extraer tierra de manera ilimitada y garantizar el relleno del área rumbo al cierre. El contrato se avaló, inicialmente, para el periodo enero-julio con un costo total al erario de 560 mil pesos.
El histórico lastre
En el basurón han ocurrido innumerables incendios debido a la acumulación de gases y por años los desechos han sido aterrados, es decir, cubiertos por capas de tierra sin ninguna separación. Investigadores locales han documento el impacto negativo de los lixiviados de la basura que llegan al estero de Urías y que han contribuido lentamente a su contaminación.
Desde hace décadas las autoridades han reconocido públicamente que el basurón representa un riesgo para los asentamientos cercanos por los constantes incendios y el factor contaminante. Sin embargo, el problema se ha heredado por administraciones.
En 2020 el Ayuntamiento de Mazatlán estuvo en preparativos para firmar un contrato y entregar a una empresa extranjera la concesión del basurón por los siguientes 30 años, pero no se concretó.
El año pasado, el exalcalde, Luis Guillermo Benítez Torres, retomó el tema de la concesión y viajó a Florida para negociar nuevamente ese contrato, tampoco prosperó.
Ahora se abre la posibilidad de mejorar las condiciones actuales con el cierre del tiradero a cielo abierto y construcción de un relleno sanitario que cumpla con la normatividad.
*Crédito de la fotografía principal: Canvas con fines ilustrativos.
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