Empresas extranjeras se interesan en transformar la basura en energía y venderla al Municipio a través de una concesión. Organizaciones demandan transparencia y consulta pública.
El cabildo de Mazatlán analiza la propuesta de concesionar el servicio de disposición final de la basura a una empresa para que se encargue de recibirla y transformarla en energía eléctrica. Además de pagar por el servicio, el Ayuntamiento se comprometería a comprar la energía que se generará a través de un proceso térmico.
La iniciativa se presentó el año pasado de forma conjunta por las direcciones de Ecología y Servicios Públicos, quienes pusieron a consideración las propuestas de tres compañías extranjeras: la estadounidense Waste to Clean Energy, la británica RCR y la escandinava ESSSAB Latino América Scandinavian. La primera propuesta contempla una concesión a 25 años mientras que las dos restantes son a 30 años.
Todas contemplan la instalación de plantas waste to energy, conocidas también como plantas de valorización energética que se dedican a transformar los residuos en energía mediante su incineración y otros procesos térmicos como el uso de vapor, según se indica en una de las presentaciones entregadas por las dependencias municipales a los regidores.
Por considerar que la población de Mazatlán no ha sido tomada en cuenta y que no existe claridad en el impacto que la concesión tendrá en las finanzas públicas, un grupo de organizaciones civiles y particulares realizaron una marcha de protesta la mañana del miércoles 25 de noviembre, que inició en la plazuela Zaragoza y culminó frente al palacio municipal.
Piden transparencia en el proyecto
Jorge Figueroa Cancino, presidente del Consejo de Organizaciones de la Sociedad Civil de Sinaloa, señaló que en la propuesta no se adjunta una corrida financiera que explique a detalle cuánto le costará al municipio el servicio de la planta y la adquisición de energía eléctrica durante el tiempo que dure la concesión.
Dijo que estima que la comuna podría pagar más de 4 mil 400 millones de pesos durante todo el periodo del contrato solo por recibir la basura. Adicionalmente, el Ayuntamiento estará obligado a comprarle la energía eléctrica a la empresa y a seguir costeando el servicio de recolección como hasta ahora.
Consideró que es positivo que la administración municipal busque resolver el problema de la disposición final de los residuos dado a que el basurón ya cumplió su vida útil y es contaminante. Sin embargo, la población debe ser informada y tomada en cuenta en este tipo de decisiones.
“Queremos claridad; no nos negamos a que se resuelva el problema de la basura”, señaló.
Por su parte, el ambientalista y ex director de Ecología, Ángel García Contreras, consideró que la operación de una planta de valorización energética es inviable técnica y jurídicamente porque antes de ser procesados, los desechos deben ser separados, clasificados y cuantificados de acuerdo a lo que marca la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos. Esto se debe a que no todos los residuos pueden ser incinerados.
Por esa razón, primero se necesita tener una estrategia de separación de la basura e incentivar el reciclaje para disminuir la generación de desechos y generar fuentes de empleo, explicó. Posteriormente, deberán buscarse soluciones técnicas para su disposición final.
En este caso, opinó, se está actuando al revés.
Para el académico Gildardo Izaguirre, el financiamiento pudo haberse obtenido a través de gestiones con el gobierno federal en lugar de privatizar el servicio. Por otro lado, lamentó que se inviertan recursos públicos en proyectos menos importantes como por ejemplo, el estadio de futbol, por parte del gobierno estatal.
Las propuestas
Al respecto, la directora de Ecología y Medio Ambiente, Lourdes Sanjuan Gallardo, informó que desde el año pasado los regidores de las comisiones de Salud, Hacienda, Urbanismo, Ecología y Obras Públicas recibieron la información técnica y las propuestas de las tres empresas interesadas en la concesión. También se enteró a la síndica procuradora, a la tesorería, al área jurídica y al sindicato del Ayuntamiento.
Consideró que la propuesta de Scandinavian es la más viable dado a que el costo por tonelada procesada es menor al de otras empresas que ya operan en el mercado (310 pesos), aunado a que la compañía aportará el terreno para la instalación de la planta y presentó un convenio con el sindicato. Sin embargo, aclaró, es el cabildo quien debe evaluar y decidir qué es lo mejor para Mazatlán.
En las diversas reuniones de trabajo, a la que no acudieron todos los regidores, también se explicó las ventajas ambientales y financieras de las plantas de valorización energética respecto a la operación de un relleno sanitario, apuntó.
Lourdes Sanjuan mencionó que este tema también fue planteado durante los foros realizados previo a la elaboración del Plan Municipal de Desarrollo.
“¿Por qué hasta ahorita están haciendo cuestionamientos?”, refirió.
También reveló que el estudio data del año 2015 y que fue elaborado durante la administración de Carlos Felton, pero no tuvo seguimiento en los trienios posteriores. La presente administración municipal lo retomó, lo actualizó y lo impulsó dado a que el basurón municipal ya no tiene espacio para recibir más basura y representa un riesgo para la salud pública.
Se calcula que construir un relleno sanitario requiere una inversión inicial de 444.9 millones de pesos aproximadamente.
¿Cuánto costará la planta?
La directora de Ecología mencionó que operar el basurón de Mazatlán en estos momentos cuesta alrededor de un millón 450 mil pesos mensuales y que la operación de una planta waste to energy costaría cerca de 2 millones 600 mil pesos al mes por procesar 600 toneladas diarias, en caso de que estuviera a cargo de Scandinavian.
Al término del contrato, la planta pasará a ser propiedad del municipio siempre y cuando éste le compre la energía eléctrica que se genere durante el tiempo que dure la concesión.
Explicó que para poder cubrir la diferencia de costos, se contempla mejorar la recaudación del servicio de recolección de basura a establecimientos comerciales, de los cuales solo el 20 por ciento cumple con ese pago. Adicionalmente, se propone elevar el presupuesto destinado a la Dirección de Servicios Públicos, que actualmente es de 90 millones de pesos anuales cuando en años pasados llegó a superar los 250 millones.
Para evitar pagar menos a la empresa extranjera, el municipio deberá generar menos basura (el tope mínimo es de 600 toneladas diarias). Para lograrlo, se prevé implementar un programa de educación ambiental para que las familias separen los desechos que pueden ser reciclados y no lleguen a la planta, expuso.
Aseguró que el pago de energía eléctrica será similar al que ya se tiene con la Comisión Federal de Electricidad, cantidad que asciende a los 9 millones de pesos mensuales tan solo por el sistema de alumbrado público.
Por último, aseguró que las emisiones a la atmósfera de este tipo de tecnologías son controladas y el impacto es mínimo.
Empresa | Años de concesión | Costo por tonelada procesada (pesos) |
Waste to Clean Energy | 25 | 308 |
Recycled Refuse International Limited RCR | 30 | 645 |
ESSSAB Latino América Scandinavian | 30 | 310 |
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