Por Daniela Reyes
La compañía México Pacific impulsa el proyecto Saguaro Energía, que consiste en un gasoducto de más de 800 kilómetros, desde Texas hasta Puerto Libertad, Sonora, en donde se pretende construir una planta de Gas Natural Licuado (GNL), para luego ser transportado a Asia.
Aunque este proyecto pretende posicionar a México y Estados Unidos como líderes energéticos a nivel mundial, según la coalición Ballenas o Gas que agrupa a 30 organizaciones de la sociedad civil, también representa una amenaza al Golfo de California que lo volvería una zona de sacrificio para la industria fósil.
El gas fósil que recibiría Saguaro Energía provendría del fracking en Texas, sería licuado en México y tendría una producción de 14 mil millones de toneladas al año. De llevarse a cabo el proyecto, nuestro país se convertiría en el cuarto exportador de GNL a nivel mundial.
Los mercados exportadores de gas en todo el mundo son Rusia, África, América del Norte, Medio Oriente y Asia Pacífico. Aunque Estados Unidos es el mayor productor mundial de gas natural, Asia es el mercado más grande y dinámico del mundo, según un informe hecho por la organización PODER en 2022.
Hasta 2021, México era el segundo mercado de importación de gas natural más grande del mundo y el principal receptor de las exportaciones de Estados Unidos, que crecieron 546% entre 2010 y 2021, según el informe de PODER. Además el informe señaló que México depende en un 90% de las importaciones de gas natural; que no hay otro país con alta dependencia de las importaciones (más del 52%) de una sola fuente; y genera más del 60% de su electricidad con gas, la mayoría de los países no pasan del 45%.
A través de sus redes sociales y comunicados, la coalición Ballenas o Gas ha insistido en que el proyecto únicamente responde a los intereses de la industria del gas fósil en Estados Unidos que busca acceder a mercados asiáticos, por lo que el gobierno mexicano debería de velar por los intereses y bienestar de la población y no por los intereses económicos de empresas extranjeras.
“El proyecto Saguaro no es más que una expresión de la codicia de las corporaciones extranjeras que siguen priorizando sus ganancias por encima del bienestar de nuestra gente nuestro territorio a costa de la explotación desmedida de nuestros recursos los cuales, además acá en el desierto, son verdaderamente escasos”, dijo Carlos Mancilla, director de la organización BCSicletos, dedicada a la defensa del territorio.

Gasoducto, planta de licuefacción y exportación
Para transportar el gas desde Texas hasta Puerto Libertad, México Pacific propone la construcción del Gasoducto Sierra Madre de 800 kilómetros de largo en territorio mexicano, atravesando 16 municipios de los estados de Sonora y Chihuahua donde hay sierras, comunidades, ríos, arroyos y zonas de importancia ecosistémica, detalla uno de los comunicados expedidos por la coalición.
El gas trasladado llegará a la terminal de licuefacción que, según la empresa, medirá 400 hectáreas, un tamaño equivalente a 70 veces el Estadio Azteca. Esta mega infraestructura generará ruido y quemará gas metano en mecheros permanentemente, lo que altera las condiciones actuales de la comunidad de pescadores, señaló la coalición.

Al respecto, Jaqueline Valenzuela, directora de la organización Centro de Energías Renovables y Calidad Ambiental (CERCA), alertó que la planta recibirá gas natural, un combustible fósil, que al igual que el carbón y el petróleo, proviene de la descomposición de materia orgánica a lo largo de millones de años y no es renovable. En lo que respecta al gas natural, tanto su extracción, uso y aprovechamiento tiene una alta gama de emisiones de efecto invernadero.
Para licuar más fácilmente el gas, se va a quemar y eso va a generar emisiones de metano, un gas de efecto invernadero que además genera impactos en la salud, explicó Nancy García, colaboradora de CERCA.
Una vez licuado el gas, las organizaciones civiles advierten que México Pacific usará buques de hasta 300 metros de largo para llevarlo a Asia, lo que convertiría el Golfo de California en una ruta de carga y un aumento en la frecuencia del tránsito de embarcaciones.
Esto afectaría la biodiversidad marina, incluyendo el Santuario de la Vaquita Marina; también aumentaría el riesgo de colisiones con las ballenas, ya que interferiría con la ruta migratoria de la ballena gris y jorobada, asegura la coalición.

Estas afectaciones pondrían en riesgo dos actividades que son pilares de las comunidades colindantes con el Golfo de California: la pesca y el turismo.
Saguaro se debilita
Las organizaciones están presionando a las autoridades de México para que reviertan la autorización de impacto ambiental otorgada por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) a la empresa Terminal GNL de Sonora en 2006 para la construcción de la planta y para que no autorice el proyecto para la construcción del gasoducto que se encuentra en evaluación.
De esta manera, señalan, se salvaguarda la vida de las comunidades y la biodiversidad del país, ya que permitir el establecimiento de este proyecto resultaría en un daño irreversible para presentes y futuras generaciones.
Ballenas o Gas, habilitó un sitio web para consultar los posibles impactos ambientales del proyecto Saguaro y también inició una petición ciudadana dirigida a la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum y al Presidente de los Estados Unidos, que ya alcanzó las 300 mil firmas digitales.

Aunque el jueves 13 de marzo de 2025 se publicó en el Diario Oficial de la Federación una concesión firmada por la Secretaría de Marina (Semar) para el puerto relacionado con el proyecto Saguaro, la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) confirmó a través de un comunicado que el proyecto enfrenta cinco demandas de amparo que frenan su desarrollo. Esto significa que aunque el proyecto Saguaro sigue en pie, la presión mediática y la oposición ciudadana lo están debilitando.
A principios de julio de 2025, Mexico Pacific, solicitó al Departamento de Energía de Estados Unidos (DOE) una prórroga de siete años para iniciar operaciones comerciales. Esta extensión permitiría postergar el comienzo de las exportaciones hasta 2032, en lugar de 2025 como estaba previsto inicialmente.
La empresa argumenta en el documento que no podrá iniciar exportaciones antes del 14 de diciembre de 2025 debido a “circunstancias ajenas a su voluntad”, y que esta extensión es necesaria para consolidar el financiamiento y asegurar su viabilidad a largo plazo.