
A 15 días del derrame de combustoleo en el arroyo de la Colonia Francisco I Madero, los efectos de la contaminación son evidentes en el entorno y en la salud de las personas. La Facimar estudia el impacto generado en la zona.
El impacto ambiental del derrame de combustóleo en el arroyo de la colonia Francisco I. Madero, ocurrido durante la primera semana de noviembre, mantiene a Petróleos Mexicanos (Pemex) ocupados en la tarea de limpiar el sitio y aplicar medidas precautorias.
La mañana del 8 de noviembre personal de Pemex, el Ayuntamiento de Mazatlán, Protección Civil y del Ejército, llegaron al arroyo para evaluar el daño e implementar medidas inmediatas que evitaran que el derrame de combustóleo tuviera mayor impacto tanto entre la población como en el medio ambiente.
Una represa que se había hecho para retener el derrame colapsó a causa de la marea alta y dio paso a una cantidad no determinada de combustóleo en el arroyo que desemboca en el estero de Urías.
A su paso, el daño fue evidente: no solo la vegetación silvestre que crece en el arroyo fue dañada, también lo fue la población de mangle ubicada cerca del estero.

La contaminación del arroyo persiste
Eloy Ruíz, titular de Protección Civil de Mazatlán, informó que Pemex contrató una empresa para que se encargara de la limpieza.
A más de 15 días de haber iniciado con los trabajos, todavía se encuentran recuperando el combustible conocido como chapopote, fango, hierba, basura y ramas de la vegetación afectada por la contaminación.
“Los trabajos consisten en el saneamiento total del área, que quede lo más apegado a como estaba antes”, dijo.
Personal de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) se presentó el día que ocurrió la contingencia y Ecología Municipal.
Durante un recorrido realizado por Son Playas, se observó al personal de la empresa contratada por Pemex, realizando labores de limpieza dentro y fuera del arroyo.
En bolsas negras, fueron depositados los desechos impregnados con el combustóleo.

Los vecinos mantienen una actitud de incredulidad y curiosidad por las jornadas de trabajo que se realizan, pues mientras algunos dudan que el lugar vaya a quedar libre de chapopote, otros se cuestionan qué harán las autoridades locales por las molestias que el fuerte olor a combustible les causa y los potenciales efectos de la contaminación.
“Ya no aguantamos oiga, es un dolor de cabeza y ganas de vomitar que tenemos porque el olor es muy fuerte”
Vecina del área afectada.
Reactiva Pemex medidas preventivas
Ante las lluvias que se han registrado en estos días, personal de Pemex acudió de nuevo esta semana al canal a reforzar las represas que contienen el derrame.
Este jueves, trabajadores de la paraestatal comentaron que desde hace días se reforzó la represa, pues las lluvias han debilitado su función, por lo que se mantienen al pendiente de que no colapse.
Extraoficialmente uno de los empleados expuso que el derrame no ocurrió el 8 de noviembre, sino antes, pero no especificó la fecha, ni la cantidad vertida accidentalmente al arroyo.
A pesar de que omitió definir cuantos metros lineales de combustible afectaron el arroyo, Eloy Ruíz, estimó que son 200 metros los afectados.

Arroyo es objeto de estudio
Joel Bojórquez, profesor investigador de la carrera de Gestión de Zonas Costeras de la Facultad de Ciencias del Mar de la UAS, realizó un recorrido con alumnos que cursan esta licenciatura para realizar un informe del daño ambiental y del entorno.
La intención de hacer el recorrido con los alumnos es que ellos aprecien de manera directa los impactos que una actividad económica puede tener sobre el resto las actividades y la vida de la gente, explicó.
“No solamente se trata de ver los impactos sobre el ecosistema, que son de por sí graves, sino también los impactos sobre las actividades de la gente y otras actividades económicas, ellos en este semestre están haciendo un proyecto de investigación respecto a los recursos naturales y la actividades económicas y van a evaluar la sustentabilidad de esto”, dijo.
De todos los lugares que han recorrido los alumnos y el especialista, el arroyo de la colonia Francisco I. Madero es el que registra el mayor impacto.
“Aquí el impacto es más notorio porque la perturbación es en un tiempo muy corto, es una perturbación inmediata y los efectos se sienten de manera inmediata, no es como otras actividades, como el turismo, donde los impactos se van sintiendo gradualmente, son acumulables y sinérgicos, y en este caso el impacto es evidente, de manera inmediata”
Joel Bojórquez

Peces y cangrejos, los más afectados
Arroyo abajo, en la zona que se aproxima al estero de Urías, se observó el efecto que tuvo el combustóleo sobre las especies de mangle.
“El mangle pudiera ser de los menos afectados porque el combustible se derramó a través del agua, entonces, el daño más grande due cuando la marea subió y la mancha de combustóleo llegó al mangle que está más arriba del borde del agua”, explicó.
En los propágulos o semillas de mangle que son de menor tamaño y están más cerca del fango, el daño es irreversible, pero el mangle grande tiene mayores posibilidades de sobrevivir, explicó.
Sí afecta, pero el árbol no se va a morir, agregó.
“También vimos unas poblaciones de cangrejos y peces, que esos no van a lograr sobrevivir, porque el daño que les genera el aceite, para ellos es irreversible. Ahora, eso no quiere decir que la población de esta fauna no se va a recuperar, porque una vez que se recuperen las condiciones del agua, van a migrar otras”, indicó.
Ese nicho que la fauna dejó será ocupado por otros organismos de la misma especie.
Alcances de la contaminación
Con relación a la mancha de aceite que desprende el combustóleo llegue al estero del Infiernillo, Joel Bojóquez indicó que sí es viable que alcance a ese cuerpo de agua, pues son sistemas que están conectados.
“Porque este estero donde se presentó el derrame llega hasta el canal de navegación y la marea puede arrastrar la mancha, no hemos visto hasta donde llegó el derrame por el lado del estero de Urías, pero es probable que ahi algún derrame de algún barco o una de las industrias haya derramado aceite y no necesariamente corresponda a este evento del arroyo de la Francisco I. Madero”, consideró.
Daños imperceptibles en la salud

Foto: Son Playas.
Lo cierto es que a simple vista se observan muchos daños causados por el derrame del combustible en el arroyo, expuso, pero hay otros daños que son imperceptibles como a la salud humana.
“El daño que causan los gases que se desprenden del combustible en la población que vive en las márgenes del estero y del arroyo, podrían ser graves, sobre todo para los niños, ese olor a combustible que se percibe en el ambiente podría ocasionar daño cerebral”, señaló.
Los niños son más vulnerables a ese tipo de contaminación porque el cerebro está inmaduro, y en los adultos puede ser menos.
Por ejemplo, los trabajadores de las gasolineras padecen patologías muy específicas por la inhalación de combustible, como pueden ser migrañas.
Algunos vecinos que tienen sus viviendas cerca del arroyo, manifestaron que el día que ocurrió el derrame de combustóleo padecieron dolor de cabeza, náuseas y ardor de garganta a causa del fuerte olor a combustible. Situación que es considerada por Joel Bojórquez, como un efecto directo de la inhalación continua del combustible.
Advirtió que los síntomas puede desaparecer con el tiempo, pero el daño ocasionado con el organismo es silencioso y podría traer graves consecuencias en la salud de las personas.
Sin información
Para verificar los alcances de la contaminación, su impacto y las medidas de remediación se consultó a Profepa, sin embargo, a nivel local se informó que se carecía de datos al respecto, mientras que en la delegación asentada en Culiacán se dijo que no intervinieron en el caso porque le corresponde a otra instancia de gobierno, sin más especificación.

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