- Los primeros estudios se iniciaron en el Estero de Urías, uno de los últimos refugios para la reproducción del cocodrilo americano, especie protegida por la norma mexicana.
- Investigadores de la UAS creen que la contaminación del estero ha orillado a los cocodrilos a migrar a otros humedales urbanos para sobrevivir; lo que podría aumentar el contacto con humanos.
Investigadores de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) estudian la presencia de cocodrilos en el Estero de Urías, Mazatlán. Los primeros hallazgos indican que los altos niveles de contaminación de este sistema estuarino podrían estar provocando la migración de los reptiles hacia otros humedales de la localidad.
El cocodrilo americano (Crocodylus acutus) es la única especie registrada en el municipio. Aunque en años anteriores era abundante en la laguna costera del Estero de Urías, actualmente la presencia de esa especie en la zona es poco común, según se constató mediante recorridos en lancha, exploraciones aéreas con drones y la instalación de cámaras trampa como parte de una investigación realizada en 2022.
Ese año se identificaron 17 ejemplares, entre ellos crías y adultos de hasta cuatro metros de longitud, lo que indica que el área aún funciona como sitio de reproducción y anidación. En particular, se destaca la zona con mayor cobertura de mangle ubicada cerca de las granjas acuícolas y el área pantanosa colindante con el fraccionamiento Santa Fé.

El análisis realizado por investigadores de la Facultad de Ciencias del Mar (Facimar) concluye que «los cocodrilos parecen evitar la laguna costera de Urías impactada por la actividad humana, y probablemente utilizan los humedales circundantes menos afectados como áreas de refugio y reproducción».
Debido a la alteración de su entorno natural, los reptiles podrían estar migrando hacia el estero de La Escopama, al norte de Mazatlán, que es más pequeño, pero se encuentra menos contaminado. En este sitio se contabilizaron entre 20 y 25 ejemplares hace unos meses, dijo en entrevista Emigdio Marín Enriquez, lider de la investigación, la primera en su tipo a nivel local.
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Aumentan avistamientos de cocodrilos en zona urbana
Los avistamientos de cocodrilos en arroyos, canales, playas y otros espacios públicos se incrementaron en Mazatlán durante 2022 sin una explicación aparente, según refiere el estudio. De igual forma, la expansión urbana y la afluencia de turistas ha ido en aumento, lo que eventualmente podría generar más avistamientos y una mayor exposición de estos reptiles ante la población, admitió Marín Enriquez.
«Creemos que aumenta la probabilidad de un encuentro cocodrilo-humano», afirmó.
La recomendación para la población en estos casos es que no se acerque o moleste al animal y que lo reporte al teléfono 911 para que las autoridades competentes se encarguen de su atención y reubicación.
Al ser un tema poco estudiado a nivel municipal, todavía no existe evidencia científica sobre el origen de los cocodrilos que han sido observados en espacios públicos como playas, canales y arroyos. Tampoco hay certeza de cómo llegan a esos lugares y por qué. Lo que se sabe hasta el momento es que los avistamientos aumentan en la época de lluvias, dijo el académico.
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El grupo de investigadores, conformado por Emigdio Marín Enriquez, Pierre Charruau y Luis Adán Félix-Salazar, planea dar continuidad al estudio en la laguna costera de Urías para encontrar una respuesta a esas interrogantes y con fines de conservación, pues consideran que esta zona podría ser uno de los últimos refugios de reproducción de cocodrilos. Posteriormente se prevé extender la investigación a otros esteros urbanos, pero todavía no hay fecha para ello.
Menos cocodrilos, menos biodiversidad
La disminución de cocodrilos en el estero de Urías favorece la sobrepoblación de otras especies de fauna al no tener depredadores que controlen su propagación. Por ejemplo, la presencia de mapaches en la zona ha aumentado de tal forma que se han encontrado manadas de 10 a 15 integrantes cada 20 o 30 metros, los cuales depredan a otras especies como moluscos y peces, provocando un desequilibrio, expuso Marín Enriquez.
La cocodrilos también pueden estar disminuyendo porque se enmallan en redes de pesca y porque las personas los matan por temor, comentó.
Especie protegida
El cocodrilo americano es una de las especies más grandes del mundo, con machos que alcanzan hasta siete metros de longitud. Habita principalmente en aguas salobres costeras como la parte salada de los ríos, manglares y lagunas costeras. Según el citado artículo, tiene una amplia distribución en el continente americano, desde Florida hasta Sudamérica y el Caribe.
Debido a amenazas como el desarrollo urbano, la agricultura, la caza ilegal, especies invasoras, el cambio climático y la hibridación con otras especies, está sujeto a Protección Especial (Pr) en la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010.
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También está clasificado como especie vulnerable por la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Además, las poblaciones mexicanas están incluidas en el Apéndice II de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).
Divulgación científica
El Dr. Emigdio Marín Enríquez presentó los primeros resultados de la investigación el jueves 25 de septiembre en el Museo casa del Marino bajo el título “Estableciendo la línea base para estudios de poblaciones de cocodrilos en Mazatlán”, como parte del programa “La Ciencia también es Cultura”.