Este material podría emplearse como sustituto de plásticos de un solo uso para disminuir la contaminación. Las estudiantes necesitan de tu ayuda para viajar a Túnez, África y representar a México en un concurso científico con dicho proyecto, en marzo de este año.
La cáscara de camarón que muchas empresas y negocios de Mazatlán llevan a la basura, en realidad, es la materia prima de alto valor para crear material capaz de sustituir al plástico.
Tres alumnas de la Preparatoria “José Vasconcelos” encontraron que esta cáscara tiene propiedades similares al plástico, pero no contamina y se deshace en la tierra poco a poco. Sus investigaciones en el laboratorio escolar también les ha confirmado que este material no causa reacciones alérgicas y sirve como fertilizante.
Natalia Martínez González, Samantha Carrasco Tovar, y Génesis Ayón, de apenas 17 años, son las alumnas autoras de este plan innovador que han llamado Bioplástico de camarón, su idea nació como tarea en una clase de Biología en el laboratorio de la escuela y pronto se convirtió en un proyecto único en Sinaloa; lo han llevado a exposiciones estatales, nacionales y en marzo próximo lo presentarán en Túnez, África, en un encuentro mundial de ciencia, de la mano de su maestra, Judith Rebeca González Muñoz, una bióloga entregada a la enseñanza.

Su objetivo, coinciden, es promoverlo como alternativa para sustituir artículos de plástico de un sólo uso; también quieren buscar financiamiento para comprar equipo industrial y producir en grande. Actualmente sólo han elaborado charolas para repostería, pero su fórmula les permitirá producir bolsas, vasos, popotes y platos, similares a los desechables que usamos por unos minutos, pero que tardan de 100 a 500 años en degradarse.
Natalia, una de las alumnas, explica cómo germinó la idea escolar.
¿Qué es bioplástico de camarón y cómo llegaron a la fórmula?
“Nuestro proyecto lo que hace es reemplazar plástico con los residuos del camarón, esto nos va ayudar en un futuro a evitar la contaminación, lo que contiene esta cáscara es un compuesto capaz de imitar la producción de plástico que estamos utilizando actualmente. Queremos ayudar con el tema del cuidado al medio ambiente, por eso buscamos algo que hubiera en la ciudad y que pudiéramos aprovechar… Fuimos primero a restaurantes y muchos nos decían que congelaban las cáscaras del camarón y luego las sacaban a la basura”.
Estadísticas recientes de la Procuraduría Federal del Consumidor revelan que en México el 40% del plástico que se fabrica es para envases que se desechan después de usarse sólo una vez. El problema es global y es parte de la agenda pública de gobiernos y organizaciones. La asociación Pew Charitable Trusts, con sede en Estados Unidos, publicó en agosto de 2020 el informe “Rompiendo la Ola de Plástico” donde prevé que en 2040 se triplicará el flujo de materiales de plástico en el océano si no se comienza a trabajar en las políticas públicas de comportamiento sobre el uso de éstos.
¿Cómo logran hacer ese material?
Nuestro proyecto se basa en la cáscara porque tiene un compuesto llamado quitina, nosotros trabajamos en los laboratorios para que se haga quitosano puro, porque hay el quitosano artificial, pero ese es dañino. Con esta fórmula se puede generar el plástico usando quitosano natural, en el laboratorio hacemos los moldes y así sacamos las láminas de bioplásticos. Lo que estamos enfocados es en los plásticos de un sólo uso, ahorita estamos haciendo bolsas, pero en el futuro queremos abarcar más artículos envases, platos, vasos…”
El proceso que aplican, coinciden las estudiantes, implica el secado natural de la cáscara del camarón, luego viene el proceso para crear el material que les permite elaborar los productos, esto les llega a tomar hasta una semana.
“Por ejemplo, cuando llueve no podemos trabajar, pero si tenemos la maquinaria, secar, reposar con químicos, todo ese proceso será corto, nos tardamos ahorita porque es artesanal… En nuestro proceso aprovechamos no sólo la cascara, también la cabeza y la cola del camarón, lo que se tira nosotros lo utilizamos porque son toneladas las que se tiran al año”, agregó Samantha Guadalupe.
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Las estudiantes han dedicado todo su esfuerzo al proyecto de Bioplásticos de camarón, y lo piensan tomar como un emprendimiento local a su regreso de África.
“Si los hierven en agua sirve como abono… si tiran un artículo de bioplástico de camarón no contamina, por el contrario, ayuda a florecer las plantas”, agregó Génesis Ayón.
Está idea de reducir la contaminación ambiental usando las cáscaras de camarón es única en Sinaloa, sin embargo, en otros países de América existen proyectos donde el camarón también se ha tomado como materia prima para innovar y aprovecharla en otro uso. En Chile, por ejemplo, se ha documentado trabajo de la empresa pesquera Ryma, ubicada en el puerto de Coquimbo, donde han procesado toneladas de cáscara de camarón para elaborar fertilizantes, incluso aderezos y salsas gourmet.
En Mazatlán las estudiantes de Preparatoria han hecho muchos estudios para confirmar que el material no cause reacción alérgica en las personas, y también han confirmado que los productos elaborados con la cáscara de camarón sirven como fertilizantes en la tierra.
“Estamos con estudiantes muy trabajadores y dedicadas, entregadas porque para estos proyectos se necesita gente comprometida y que de verdad le apasiona el tema, aquí encontré a mis tres mosqueteras y tienen el corazón en este proyecto. Ellas hicieron ciencia artesanal, pruebas y lograron evitar que produzcan alguna alergia”, comentó la bióloga Judith González.
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El gran daño anunciado
El problema donde las estudiantes mazatlecas quieren incidir, es en la reducción de contaminación que generan los plásticos que usamos una sola vez y por muy poco tiempo.
Estudios internacionales de fundaciones y organismos ambientales mantienen acciones y campañas que advierten lo dañino que representa el plástico en nuestro entorno; tan sólo las bolsas de plástico tardan hasta 400 año en descomponerse; las botellas de plásticos se quedan en el ambiente por más de 450 años, incluso un popote puede tardar 100 años en degradarse. Precisamente el proyecto de las alumnas Natalia, Samantha y Génesis está orientado a reducir ese impacto negativo al medio ambiente con materiales elaborados con desechos de cáscara de camarón, pues los artículos con esta material se degradan en cuestión de días, no se quedan años en el planeta.
En México la Procuraduría Federal del Consumidor reportó el año pasado los siguientes datos de impacto:
- Los plásticos de un solo uso representan el 50% de los que se producen cada año.
- 100 000 tortugas y mamíferos marinos y un millón de aves marinas mueren anualmente por la contaminación del plástico de los mares.
- Se estima que 8 millones de toneladas de plástico llegan a los océanos cada año.
- Se proyecta que en 2050 habrá más plásticos que peces en el océano.
Ayúdalas a llegar
Las alumnas Natalia, Samanta, y Génesis necesitan de tu ayuda para viajar a Túnez, África, y representar a México con su proyecto en el evento ATAST IFEST, el cual se realizará del 16 al 22 de marzo de este año. En estos momentos se encuentran en gestiones de apoyo económico con las autoridades, empresas y en su comunidad escolar. Si quieres apoyarlas puedes comunicarte al correo [email protected] Cualquier ayuda suma para impulsar el talento de las estudiantes. También puedes participar en la rifa de un sombrero autografiado del cantante Edén Muñoz, organizada para recaudar fondos.

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