En tres años, esta iniciativa ciudadana ha logrado impedir que 180 toneladas de basura lleguen al mar.
Estudiantes del Instituto Tecnológico de Mazatlán (Itmaz) han sido pieza clave en el diseño del prototipo, instalación y renovación de la biobarda que desde el 8 de junio de 2019 intenta detener la basura que es arrastrada a lo largo del arroyo Jabalines y el estero del Infiernillo para que no llegue al mar.
Cuando la ciudadana Sofía Trejo Lemus propuso la instalación de una barrera flotante en el puente Juárez, encontró eco en la comunidad educativa del plantel. Alumnos y profesores diseñaron el prototipo en tanto que hombres y mujeres del sector pesquero ayudaron a armar la barrera con envases de refresco que sirvieron como boyas, habilitadas con redes de pesca en desuso. Desde entonces, la biobarda se renueva dos veces por año, antes y después de la temporada de lluvias.
A partir de febrero de 2020, cuando las reuniones fueron prohibidas por la pandemia, la empresa Pesca Azteca empezó a donar vallas elaboradas con boyas y redes recicladas que cumplen con el mismo propósito. En este caso, solo se utilizan envases rellenos de arena como plomada en las redes. Para instalarlas y para retirarlas, se requiere de las manos y fuerza de muchas personas. Es entonces cuando los estudiantes se vuelven a hacer presentes.
La mañana de este viernes, alumnos de la institución acudieron al llamado nuevamente al igual que el buzo Ignacio Zataráin, quien suele dirigir las maniobras desde el agua, mientras Sofía guía desde el puente. Las redes viejas fueron sustituidas por dos tramos nuevos de 20 metros cada uno. Se estima que de aquí a la temporada de lluvias estarán en perfectas condiciones para detener los desechos que arrastre el agua por el cause del arroyo y del estero.

Quieren ayudar
Sofía Trejo dijo que en estos tres años se ha logrado retener y retirar cerca de 180 toneladas de basura en este punto. Los desechos se sacan diariamente con la ayuda de un pescador, los cuales posteriormente son recolectados por la Dirección de Servicios Públicos Municipales. La también presidenta de la organización civil Maz Conciencia reconoció que el apoyo de la institución educativa ha sido determinante para darle continuidad a esta iniciativa.
«El primer prototipo lo hicimos en ITMAZ y el segundo lo hicimos en la Congeladora Unión con pescadores, fue a base de material reciclado como envases de PET, era mucho más trabajo, amarrar, tejer, etc.», recordó.
En esta ocasión participaron estudiantes de las ingenierías en gestión empresarial, pesquerías, mecánica y bioquímica, quienes manifestaron interés en seguir apoyando el proyecto.
«Así nos damos a conocer como escuela, que estamos preocupados por el medio ambiente y que de verdad nos importan las especies que están en el mar», manifestó la alumna Eimi Carrillo, de la carrera de Ingeniería en Gestión Empresarial.
Los estudiantes estuvieron acompañados de la profesora Leonor Peraza. En la actividad también participó la regidora María Esther Juárez, Balbina Medrano, integrante de Maz Conciencia y personal de la empresa Pesca Azteca.


CITAS
«Ojalá que en un futuro se puedan poner (biobardas) en más lados para que podamos evitar que entre tanta basura al mar»
Alfonso Garzón Flores, estudiante de Ingeniería en Pesquerías.
«Siento que esto no solo debería hacerse aquí sino dar a conocer este proyecto para que más personas lo implementen y así poder ayudar más al medio ambiente»
Eimi Carrillo, estudiante de Ingeniería en Gestión Empresarial.
«Hay mucha basura que sale hacia el mar y es un contaminante para las especies»
Marco Antonio Sandoval Guevara, estudiante de Ingeniería en Pesquerías.
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