Es un movimiento ambiental y apenas empieza en Sinaloa. Se llama Ecoisla de la Piedra y está a punto de integrarse como asociación civil, única en el Estado.
Su reto es contener, en tierra, el plástico para que no llegue el mar.
“Nosotros iniciamos el 10 de enero de este año, pero mucha gente ya nos sigue, se han sumado biólogos, dentistas, vecinos, autoridades, amigos, se dieron cuenta que estamos haciendo algo bueno por el lugar donde vivimos, que nos beneficia a todos, y que vale mucho”, eso piensa Francisco Peña Aguirre, un joven de apenas 30 años. Él inició este movimiento.
En la Isla de la Piedra le han llamado loco, dice, pero un loco que trabaja por limpiar la playa, lo que nadie ha hecho en años.
Francisco es dinámico, entusiasta, y entregado al activismo ambiental, apenas en cuatro meses ha organizado establecer jornadas sabatinas de limpieza, ha recuperado toneladas de desechos y ha evitado que decenas de kilos de plástico lleguen al mar. En redes sociales documenta el trabajo de Ecoisla, así le muestra al mundo todo lo que hacen contra la contaminación en este rincón de Mazatlán, en la Isla de la Piedra, un lugar que concentra playas vírgenes, hoteles, restaurantes y plantaciones de cocotera; aquí se llega por lancha desde la zona urbana de Mazatlán.
“Yo crecí en el mar, todos los días recorría la isla, iba de paseo con mis amigos, me podía acostar en la arena, donde quisiera, pero me fui tres años y cuando regresé me asusté, todo lo que había dejado ya no estaba, era basura por todos lados, me dio tristeza. Yo tengo una lancha y me daba cuenta que la gente que visitaba la isla me dejaba su basura ahí, de todo encontraba, hasta pañales, pero un día le dije a la gente que se llevaran su basura, que si ellos la llevaban también la regresaran”, comentó.
Así fue que en diciembre pasado Francisco organizó su primera jornada de limpieza, apenas era él y un vecino, un biólogo que lo puso en contacto con autoridades municipales, hoy incluso tiene un convenio de colaboración con la Dirección de Ecología y Medio Ambiente de Mazatlán para continuar y extender esas jornadas para alejar el plástico de las playas.
Su activismo hizo que lo voltearan a ver.
“Hay extranjeros que se han interesado en apoyar, se han sumado a las campañas, ellos también recogen basura porque dicen que no es posible que un lugar tan hermoso esté cada vez más sucio. Yo pongo mi lancha, los llevo y del Ayuntamiento me apoyan con personal y el camión que se lleva la basura. La verdad inicié esto porque me asusté cuando vi cómo tenían la isla. He recorrido toda la marisma de la zona sur y me he encontrado con una contaminación impresionante, descargas de aguas negras y muchísimo aceite derramado de las empresas que están cerca”, reveló.
En un café de Mazatlán, Francisco narró su travesía en el mar, desde tolerar que lo llamen loco hasta un ‘cementerio’ de llantas que lo impresionó en la marisma al sur del puerto, pero él se aferra a una playa libre de basura, sobre todo, libre de plástico.
“El plástico es demasiado, lo peor es que lo seguimos arrojando. Hemos visto pescadores que avientan bolsas y botellas a la playa, ¿cómo es posible que ellos mismos contaminen cuando viven de la pesca y saben que eso acaba con muchas especies?, hemos encontrado incluso redes rotas, muebles, hasta una parrilla para la cocina, quizá la gente no se da cuenta, piensa que todo se queda ahí, pero llega al mar porque la isla tiene salidas. Eso no entiendo ¿cómo nosotros mismos estamos acabando con nuestras playas?”, agregó.
Preparan asociación civil
Ecoisla de la Piedra se prepara para constituirse como Asociación Civil, eso les permitirá acceder a recursos para continuar con el programa de saneamiento, también aspiran a recibir apoyos para investigación en zonas contaminadas y escondidas de Mazatlán, donde ha visto actos de ilegalidad permitida por autoridades.
“Yo me voy a morir ahí, voy a seguir con mi lancha organizando jornadas”, agregó.
La visión de Francisco va más allá que buscar ayuda municipal y manos voluntarias, también se ha documentado de las prácticas ambientales de éxito en otros países, ya sabe, por ejemplo, que en Europa el Gobierno aporta dinero a los ciudadanos que reciclan plástico, que hay máquinas que reciben plástico en las calles y que sanciona por contaminar playas.
“Yo aspiro a ver la isla como antes, limpia, cuidada, y con gente que si va se lleve toda su basura. A lo mejor no lo voy a ver, pero estamos empezando”, agregó.
Ese precisamente es la misión de Ecoisla de la Piedra.
Si quieres conocer el activismo de Francisco y su equipo los puedes encontrar en su cuenta en Facebook como Ecoisla de la Pierda.