Los efectos de la erosión parecen haberse agudizado en playas de Mazatlán lo que, en combinación con las altas mareas, ha reducido el espacio de esparcimiento para los bañistas y desaparecido la arena en un tramo de al menos 200 metros ubicado en el área de Playa Norte.
Debido al efecto de las marejadas, la franja de arena frente al malecón se ha limitado a unos pocos metros los últimos días. Visitantes, vendedores y prestadores de servicios se aglomeran en los espacios que este fenómeno ha dejado en las playas, al menos así se observó este domingo por la mañana, un día de alta afluencia de turistas.
Pero donde se han notado con mayor impacto las consecuencias de la erosión, es en la zona de palapas junto al Monumento al Pescador. Son Playas recorrió el lugar este lunes por la tarde y pudo comprobar cómo la arena prácticamente ha desaparecido, dejando al descubierto un manto rocoso y algunas estructuras de concreto, que dificultan el paso.
Asemejan terrones de arena, pero al pisar sobre ellos se puede verificar que son piedras sólidas, distribuidas entre el mar y la primera línea de playa.
De acuerdo con la experiencia de salvavidas y dueños de restaurantes que operan en el lugar, se trata de una manifestación natural en temporada de huracanes, provocada por las fuertes marejadas que arrastran consigo los arenales. Sin embargo, señalan que este año la situación ha sido más pronunciada, puesto que la zona afectada es más extensa y ha durado más días.
Eso mismo indicó el coordinador del Escuadrón Acuático del municipio de Mazatlán, Antonio García Jiménez, quien agregó que la erosión de la arena comenzó a notarse desde el pasado miércoles, 11 de agosto, y por este motivo han tenido que reubicar a los turistas a otras partes del paseo costero.
“Se ha visto más amplio el manto rocoso ahí, antes era muy poco, cubría apenas dos restaurantes hasta antes de la caseta de salvavidas al hotel Playa Marina, siempre descubría eso en la temporada de huracanes”, comentó en entrevista.
Pero en esta temporada, agregó, el tramo que ha quedado al descubierto inicia a un costado del Monumento al Pescador hasta ya entrada el área de restaurantes a pie de playa, poco más de 200 metros de este popular balneario.
Alberto Ríos, un salvavidas voluntario que lleva varios años de trabajar en este punto, relata que los efectos de la marejada son temporales, así, se espera que en unas próximas marejadas la arena “regrese” a su lugar, de acuerdo con los ciclos lunares.
Los pescadores de Playa Norte coinciden en que se trata de un fenómeno cíclico, presente sobre todo en temporada de ciclones, situación que les afecta al grado de paralizar la pesca. Por ejemplo, en esta ocasión llevan más de una semana sin poder pescar, a causa de las mareas.
“A nosotros nos perjudica, estamos sin trabajar, y nosotros, si no trabajamos no ganamos, aquí los pescadores no recibimos ningún apoyo del gobierno”, se quejó Carlos Torres, uno de los cerca de 300 pescadores que laboran en la zona.
La ciencia advierte de riesgos
Y aunque los usuarios de las playas consideran que todo volverá a la “normalidad” por obra de la naturaleza, estudios científicos muestran un pronóstico preocupante para los destinos turísticos de playa de todo el país.
Esto se debe no sólo a los impactos de la erosión sino también a fenómeno del calentamiento global, con el que se prevé un aumento del nivel del mar en las próximas décadas, lo que puede provocar incluso la desaparición de algunas playas.
Un reciente estudio de proyección de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de los Estados Unidos de América (NASA por sus siglas en inglés) alerta que, en los próximos 100 años, los principales incrementos se darán en los puertos de la costa del Pacífico.
Entre las ciudades con mayores riesgos se menciona a Mazatlán, donde se estima un incremento del nivel del mar de 95 centímetros. En esta misma lista se ubican Acapulco, Guerrero; Manzanillo, Colima; Salina Cruz, Oaxaca; Guaymas, Sonora; además de La Paz y Cabo San Lucas, en el estado de Baja California Sur, donde los aumentos varían de los 86 centímetros a 1.45 metros.
La población en general puede consultar las proyecciones del nivel del mar de la NASA mediante su aplicación «Sea level change», que utiliza datos basados en el sexto informe del Panel Intergubernamental de Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC). En este enlace, puedes entrar a la herramienta de visualización.
A nivel local, Conselva, Costas y Comunidades ha señalado la necesidad de hacer estudios relativos a la erosión, ya que las playas no son un activo permanente de forma natural, sino que requieren planeación en términos de infraestructura.
Según datos de la organización de la sociedad civil, hay factores que contribuyen a esta problemática, como la creación de infraestructura que impide que la playa se adapte al viento y el oleaje.
“Las playas arenosas están siempre sujetas a grandes fuerzas naturales, como la intensidad y dirección del viento y del oleaje, así como el flujo y reflujo de la marea. La arena no se opone a estas fuerzas, se adapta, cambia de forma”, explica Conselva acerca de la dinámica de los arenales.
DATOS
- Gracias a que los granos de arena están sueltos, el viento y la corriente litoral pueden trasladar grandes volúmenes de arena de un sitio a otro, y el oleaje puede arrastrar la arena y modificar el perfil de la playa.
- En caso de un huracán, los granos de arena son capaces de disipar la enorme energía con la que el oleaje golpea la playa.
Fuente: Conselva, Costas y Comunidades
Notas relacionadas: