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    Renuevan biobarda en la víspera de lluvias

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    Además de retener basura, la valla flotante ha beneficiado el establecimiento de especies marinas que ya no frecuentaban la zona, como pulpos y peces, reportan.

    La biobarda ubicada en la boca del estero el Infiernillo fue reemplazada por otra nueva para que retenga la basura que fluye desde el arroyo Jabalines, principalmente durante la temporada de lluvias.

    La cerca flotante que fue retirada ya se encontraba deteriorada y había perdido algunos tramos. El nuevo dispositivo fue elaborado con redes y boyas recicladas, con envases de refresco rellenos de arena para que su peso ayude a extender la red a manera de plomada; su elaboración y donación estuvo a cargo de Pesca Azteca.

    Biobarda Mazatlán
    La biobarda fue elaborada con redes y boyas recicladas. Foto: Son Playas.

    Resultados

    La primera biobarda fue instalada el 8 de junio de 2019 en el marco del Día Mundial de los Océanos, pero en lugar de boyas, se usaron envases de refresco de dos litros.

    Desde entonces, se han retirado entre 6 y 11 kilos de basura diariamente, cantidad que logró alcanzar las 25 toneladas durante la temporada de lluvias del año pasado.

    Sofía Trejo, promotora del proyecto, informó que actualmente Mazatlán cuenta con dos vallas de este tipo; una en el canal del fraccionamiento El Cid y otra en el puente Juárez, en el estero El Infiernillo. El mantenimiento y limpieza de la primera corre a cargo del desarrollo habitacional, mientras que para la segunda se cuenta con la ayuda del pescador Javier Acosta Martínez, quien diariamente saca la basura que atrapa la red.

    Renuevan biobarda
    Sofía Trejo e Ignacio Zatarain preparan la red antes de instalarla. Foto: Son Playas.

    Falta lancha y apoyo

    Para realizar esta labor, Javier Acosta debe pedir prestada la lancha de otros pescadores porque la suya se hundió en la pasada temporada de lluvias y no se ha logrado conseguir quien le done una.

    Se estima que en factible instalar más biobardas en otros puntos de Mazatlán, como por ejemplo el arroyo Jabalines a la altura del puente Insurgentes, sin embargo, para que funcione es necesario que existan voluntarios que se comprometan a limpiarla y darle mantenimiento porque se dispone de recursos oficiales para ello.

    “Tener una biobarda no solo es ir y ponerla, implica una responsabilidad de saber quién la va a estar limpiando, quien le va a dar mantenimiento, estar al pendiente constantemente; entonces nos cuesta trabajo mantener esta sobre todo porque no tenemos todo el equipo que necesitamos como es la lancha”, explicó Sofía Trejo.

    Biobarda Mazatlán
    La biobarda se compone de dos tramos de 22 metros de largo cada uno. Foto: Son Playas.

    Regresan los pulpos

    El pescador Javier Acosta Martínez, encargado de la limpieza de la cerca flotante, aseguró que a partir de este año empezó a avistar pulpo y peces que ya no frecuentaban la boca del estero El Infiernillo; incluso hay más larvas de camarón.

    Esta recuperación también coincide con la etapa de confinamiento generada por la pandemia.

    El hombre, que siempre ha vivido de la pesca y conoce el área, asegura que no se observaban pulpos desde hace 20 años aproximadamente. Ahora, él se encarga de vigilar que las personas no los saquen para que les permita crecer y reproducirse.

    “Yo les digo que esto es un proyecto, que no los saquen para que se empiecen a reproducir y haya más”, comentó.

    Considera que la presencia de estas especies se debe a la barrera porque ha servido de refugio además de ayudar a mantener el agua más limpia al liberarla de desechos.

    Javier Acosta Martínez se encarga de sacar la basura que se acumula en la biobarda todos los días. Foto: Son Playas.

    Mientras daba a conocer la noticia, en el área se observaron sardinas, caracoles y cangrejos .A unos pasos de ahí, dos hombres capturaron varias mojarras.

    Javier Acosta consideró que este es un ejemplo de que el Estero del Infiernillo aún puede recuperarse y volver a ser productivo; solo falta la conciencia de las personas para que dejen de arrojar basura.

    “Nada más que piensen en sus hijos, lo bueno que ellos quieren para sus hijos, también otras personas”, puntualizó.

    Ayudan a instalar la biobarda

    Para la instalación de la nueva biobarda se contó con el apoyo de pescadores, el buzo Ignacio Zatarain, voluntarios de las empresas Serecsin y Congeladora la Unión; el Patronato del Faro Mazatlán, además del personal de Ecología y Medio Ambiente Municipal.

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