- Remover la vegetación de las dunas, construir sobre la playa e interferir el flujo de las mareas favorece la pérdida de arena y acelera la erosión costera.
- Las playas tienen la capacidad de recuperarse siempre y cuando no se obstaculice el depósito de arena.
México tiene 11 mil km de litoral frente al mar y aunque no toda su extensión se trata de playas arenosas éstas resaltan por su belleza recreacional que tan solo en 2022 atrajeron a más de 50 mil turistas de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Pero a veces cuando se visita una playa esperando descansar con la vista frente al mar resulta que la playa se ha reducido, el mar ahora entra más hacia la tierra y ya no hay espacio suficiente para disfrutar del sol, a esto se le conoce como una playa erosionada. Si bien la erosión costera es un proceso natural, en la mayoría de los casos se trata de un problema ambiental fomentado por múltiples causas.
Aunque pareciera que las playas son inamovibles, en realidad la arena que está debajo de nuestros pies está en constante recambio debido al oleaje, las corrientes marinas, la marea, las tormentas, entre otros.
La arena de las playas tiene distintos orígenes; por ejemplo, puede llegar a las costas por el aporte de los ríos que desembocan en el mar, o por la fragmentación de rocas provenientes del fondo marino. Pero sin importar su origen, con cada ola que impacta en la playa la arena es depositada o expulsada de éstas. Para que una playa se considere estable, a lo largo del año, el aporte de arena debe ser mayor que la pérdida de esta.

La tendencia de las playas en el hemisferio norte es que en invierno pierdan más arena debido a una mayor intensidad del oleaje y a la frecuencia con la que impactan tormentas; por otra parte, con la llegada del verano se espera que las playas se recuperen debido a un oleaje de menor intensidad, lo que ocasiona que la arena pueda depositarse con mayor facilidad. Sin embargo, cuando el aporte constante de este mineral es interrumpido la forma de la playa se modifica y con ello las actividades locales también se ven afectadas.
¿Qué modifica el aporte y transporte de arena en las playas?
Si bien la marea y el oleaje no son fuerzas que se puedan modificar en la naturaleza, la construcción de obras que impiden o modifican la circulación de este mineral afectan el balance entre la remoción y el depósito de arena en las playas. Algunas modificaciones que aumentan la erosión costera son la construcción de obras paralelas a la línea de costa, la remoción de ecosistemas que almacenan arena y la construcción de presas que impiden el libre depósito de arena en las costas.
En la actualidad los ríos cuentan con presas que gestionan los recursos hídricos, y con ello también el aporte sedimentario que llega a los mares. Hasta el año 2003, México contaba con 840 presas en todo el territorio. Las playas cuyo aporte principal de arena es por esta fuente se ven afectadas cuando la cantidad de este sedimento que desemboca en el mar es menor, tal como ocurre en Playa las Glorias, Sinaloa.
Sin embargo, de acuerdo con investigadores del CICIMAR si el aporte vuelve a regularse en playas con esta problemática, éstas tienen la capacidad de recuperarse, siempre que no haya otra factores impidiendo el depósito de arena.

Las dunas costeras
Las playas arenosas cuentan con un reservorio natural de arena: Las dunas costeras. Éstas son acumulaciones de arena situadas detrás de la línea de costa, la arena se acumula ahí por acción del viento y de la vegetación que la retiene, estos ecosistemas protegen a la playa en caso de que el aporte de arena se reduzca o bien en escenarios de tormentas cuando la remoción de arena es más intensa. Sin embargo, cuando se construyen obras que buscan estar cerca del mar, estos ecosistemas son removidos y entonces la playa se queda desprotegida.
En Mazatlán, las dunas y la vegetación que las conserva han sido removidas y sustituidas por construcciones en prácticamente todas las playas urbanas.
La erosión costera de este municipio es más visible en Playa Norte, en donde cada año se pierde la arena temporalmente. También hay tramos de playa que son imposibles de transitar cuando sube la marea hasta los muros del malecón, hoteles y otras propiedades privadas.
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Izquierda: Pérdida de arena en un sector de playa Norte (septiembre 2022). Derecha: Tramos de playa Sábalo son intransitables cuando sube la marea y alcanza los muros de construcciones (junio 2022). Fotos: Son Playas.
Puertos y erosión costera
Los puertos son estructuras construidas de manera paralela a las costas para brindar diferentes servicios. Dependiendo del material y la forma en que se construyen, estos tienen la capacidad de frenar el libre transporte de arena a las distintas playas porque las corrientes que transportan sedimento chocan con el puerto en lugar de llegar a las costas. Esto ocasiona acumulaciones de arena del lado del puerto donde chocan las olas; en el lado contrario la cantidad de arena removida es mayor a la depositada por las olas.
¿Cómo se combate la erosión costera?
Debido a que se trata de un problema que afecta todas las costas arenosas del mundo, diversas opciones de ingeniería han surgido para detener la pérdida de sedimento en las playas.
Tal vez las estructuras más utilizadas, aunque no siempre efectivas, son los espigones que se construyen dentro del mar y paralelos a la costa. Estas estructuras son muros de concreto, madera o rocas que tienen el propósito de retener la arena, sin embargo, tienen repercusiones similares a las de un puerto, porque la arena solo se deposita de un lado del muro.
En situaciones donde se necesita recuperar la playa de manera inmediata se opta por depositar de manera directa arena en las playas de interés. Para ello se obtiene arena de playas donde se esté depositando arena de manera natural, o del fondo marino, y se lleva a aquellas con problemas de erosión. Está alternativa tiene resultados inmediatos pero no a largo plazo, porque la arena no se retiene por mucho tiempo en la playa.
Las soluciones basadas en la naturaleza obedecen al propósito de recuperar los ecosistemas que almacenan arena de manera natural, como lo son las dunas costeras.

Diversas iniciativas han implementado está alternativa que tiene beneficios a largo plazo porque se espera la recuperación de ecosistemas a la vez que de la playa.
Una de esas iniciativas es la de «Reciclando dunas», un proyecto de restauración de la vegetación de duna costera que es impulsada desde el puerto de Sisal, Yucatán, por un grupo de 14 estudiantes de la Licenciatura en Manejo Sustentable de Zonas Costeras de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El proyecto consiste principalmente en la restauración de la duna costera a través de la protección, germinación y plantación de la vegetación natural de duna. Para este fin se cuenta con un vivero en el cual se utilizan envases PET a manera de reciclaje y se implementa una campaña de educación ambiental permanente.
Datos clave
- En 2022, las playas de México atrajeron a más de 50 mil turistas de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
- Las dunas costeras son montículos de arena que se forman cuando los granos de arena son desplazados por el viento. La altura de las dunas puede ser menor de un metro o hasta centenares de metros, según datos de la Conabio.
- La erosión costera es un proceso natural que se presenta con la pérdida de sedimentos (arena).
- La erosión en las costas de México es el resultado de una combinación de causas tanto naturales como inducidas por el hombre, de acuerdo a un reporte del INEGI.