
Especies marinas que forman parte del plancton encuentran alimento y refugio en el extremo de Playa Norte, junto a Punta Tiburón.
No se ven, pero ahí están. Larvas de al menos 200 especies de peces, langostas, pulpos, caballitos de mar, almejas y caracoles viven en las tranquilas aguas de Playa Norte.
Estos seres diminutos, que durante su primera etapa de vida forman parte del plancton, son arrastrados por las corrientes marinas. El manto rocoso de Punta Tiburón forma una barrera que rompe las corrientes y origina un remanso en el que las especies en estado larvario pueden desarrollarse.
Cuando crezcan y puedan nadar contra la corriente se mudarán a otras zonas para continuar con sus etapas de desarrollo. Las langostas, por ejemplo, se moverán hacia las Tres Islas y a otros mantos rocosos en donde finalmente serán capturadas en estado adulto por los pescadores.



En esta franja costera también hay algas sujetas al suelo marino que resguardan organismos en etapa embrionaria, es decir, huevecillos. Al inicio del verano se desprenden y es común verlas en las playas de Mazatlán, especialmente en Playa Norte; son de color café y pertenecen al género de las Padinas.
Importancia ecológica
Jaime Renán Ramírez-Zavala, investigador de la Facultad de Ciencias del Mar, de la Universidad Autónoma de Sinaloa, explicó que las aguas tranquilas, la presencia de algas y de manto rocoso generan condiciones favorables para las poblaciones marinas.
“Toda la zona es muy importante por sus características oceanográficas; es una zona de reclutamiento de larvas y huevecillos, por eso tiene mucha importancia ecológica, elemental”, señaló.
El también coordinador de la Licenciatura en Gestión de la Zona Costera, mencionó que la franja rocosa de este sitio en específico se extiende desde Punta Tiburón hasta Playa Norte, a la altura del Monumento al Pescador.
“Las piedras que tienen huecos, por ejemplo, sirven de escondite para las langostitas, para los pulpitos, para los peces chiquitos, y con el alga, se van formando ambientes propicios para ellos”, detalló.

Importancia pesquera
Estos organismos marinos son de suma importancia para la pesca; pues mientras algunos son de interés comercial, otros sirven de alimento de esas especies comerciales.
“La importancia ecológica que tiene es que es una zona de refugio y crianza (…) si no cuidamos las zonas de refugio, de crianza, no va a haber pesca”, apuntó el investigador.
Todos los organismos marinos forman parte de las redes tróficas, es decir, la sucesión en la que un individuo se alimenta de otro y este a su vez también será devorado.
“Es una cadena que ahí se inicia, y el problema para el ser humano es que no lo vemos y lo que no vemos de manera inmediata no lo valoramos”, lamentó.
Por lo tanto, se trata de un espacio que debe cuidarse y conservarse, afirmó.

Especies registradas
Durante estudios de tipo académico, realizados para la elaboración de tesis por alumnos de la Facimar, fue posible identificar larvas de aproximadamente 200 especies diversas. Dichos registros pueden consultarse en la institución.
Por otro lado, el laboratorio de Ecosistemas Marinos y Acuicultura del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la Universidad de Guadalajara, realizó una investigación sobre la composición y distribución de moluscos bivalvos de las zonas intermareales arenosas, rocosas y ambientes submareales poco profundos de la bahía de Mazatlán.
De los puntos estudiados en 2014, la zona rocosa de la Casa del Marino y Playa Los Pinos, (pegado a Punta Tiburón) poseían la mayor representatividad de las especies. En el listado de registros se menciona a la almeja conocida como madre perla (Pinctada mazatlanica) .

La guardería
Aunque no se vean a simple vista, entre el agua y las rocas que conforman el paisaje marino existen organismos diminutos esperando el momento oportuno para mudarse y continuar con sus etapas de desarrollo. Mientras tanto, como si se tratase de una gran guardería, Punta Tiburón y Playa Norte aportan un entorno seguro y alimento a seres de los cuales dependemos en la cadena trófica.


Parque flotante e impacto ambiental
Pese a la presencia de basura que es arrojada por las personas o a las descargas de los desagües pluviales cercanos, esta parte de la bahía brinda servicios ambientales muy importantes como los ya mencionados.
Jaime Renán consideró que la instalación de un parque flotante en Playa Norte, cerca de Punta Tiburón, generaría sombra, lo que a su vez impediría el paso de la luz solar al fondo marino en donde se encuentran las algas; en este caso, la luz es importante en el proceso de fotosíntesis.
Sin embargo, el impacto podría ser relativamente bajo considerando la cantidad de metros cuadrados de la superficie del parque y porque es puntual, es decir, se focaliza en una zona y no se extiende, opinó.
Manifestación de Impacto Ambiental
El investigador consideró que las Manifestaciones de Impacto Ambiental (MIA) que se han sido aprobadas para este y otros proyectos están mal hechas porque el estudio del sistema ambiental está más enfocado al ámbito terrestre y no al marino o porque falta información.
En la MIA autorizada por la Secretaría del Medio Ambiente (Semarnat) para el parque flotante de Playa Norte, por ejemplo, se enmarca en la zona urbana y no se menciona la presencia de especies protegidas como el caracol púrpura y la almeja madre perla, entre otras.
“Entonces tienen un error fundamental de que el sistema ambiental que ellos describen está mal descrito (…) son MIAS mal hechas, malamente aprobadas por la Semarnat”.
Y aunque el proyecto del parque puede pasar porque el impacto no es grande, lo correcto sería que el estudio estuviera bien realizado para ser aprobado, opinó.
Tanto en la biblioteca de la Facimar, como en Internet, dijo, hay estudios y tesis que detallan las características del sistema ambiental marino que pueden ser consultados por las empresas y por cualquier persona interesada en el tema.

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