
Las redes de pesca, cabos y sogas de las embarcaciones pesqueras de Mazatlán serán recicladas y convertidas en botes de basura, cubetas o cualquier objeto plástico que demande el mercado nacional.
Desde octubre de este año, la empresa sinaloense Serecsin instaló un centro de acopio de plásticos marinos derivados de las actividades portuarias de la localidad, los cuales serán transportados a una fábrica recicladora de Querétaro, propiedad de la compañía Inplarsa.
Como parte del proceso de reciclado, se les transformará en pellets o gránulos para su posterior uso en la elaboración de diversos productos.
Tomás Villa Velázquez Rochín, fundador y actual gerente de logística y operación de Serecsin, informó que la meta es acopiar y transportar 25 toneladas al mes.
Para el acopio, se realizan recorridos por los muelles en busca de los materiales de desecho y se visitan empresas del ramo para invitarlas a participar. El kilo de redes de pesca, soga y cabo se paga a cincuenta centavos.

Redes y economía circular
Este esquema de reciclado, explicó Villa, está basado en el concepto de economía circular que consiste en reparar, reciclar, reutilizar y refabricar los productos, en lugar de extraerlos del entorno natural, lo que a su vez ayuda a reducir la generación de residuos contaminantes.
En lugar de que las redes terminen en el océano como trampas mortales para infinidad de seres o en tiraderos a cielo abierto, seguirán teniendo una vida útil de forma indefinida.
Los productos que se elaboren con este material reciclado podrán regresarse a la fábrica para que se les recicle nuevamente cuando el cliente los deseche. Además, contarán con un código de barras que indicará el muelle del que provienen.
“Estos productos tienen trazabilidad, lo que les da un valor agregado porque forman parte de un programa que busca disminuir el impacto ambiental”, señaló.
Los artículos hechos a base de materiales reciclados, añadió, empiezan a tener mayor demanda en las empresas que se encuentran en procesos de certificación ambiental.
Sogas y cabos. Tomás Villa
Empresas pesqueras participan
Varias de las empresas pesqueras de Mazatlán han empezado a llevar sus redes, cabos y sogas al centro de acopio, entre ellas se encuentran Pesca Azteca (2.8 ton), Promarex (1.2 ton), Operadora Marítima del Pacífico (2.1 ton) y Pesquera Jusajeli (2.8 ton).
Se estima que más empresas se irán sumando al esquema de reciclaje y que los pescadores podrían participar con el recate de redes durante las vedas.
Serecsin se localiza en el parque Industrial Alfredo V. Bonfil; aquí se acopia, se separa y se empacan dichos materiales de desuso para posteriormente enviarlos a Implarsa.
Otro centro de acopio
Serecsin brinda los servicios de recolección, transporte y disposición final de residuos sólidos urbanos y de manejo especial a empresas, a quienes se le proporcionan los contenedores y se fija una frecuencia de recolección conforme a las necesidades del cliente.
Entre los residuos de manejo especial, para los cuales se cuenta con autorización, se incluyen chatarra, cartón papel, plástico y madera, según informó su fundador.
A su vez, la empresa cuenta con su propio programa ambiental que consiste en la operación de un centro de acopio de residuos inorgánicos como abierto al público en general. Aquí se reciben envases o embalajes de aluminio, metal ferroso, madera, chatarra, cartón, papel, PET, PEAD y PPP.

El único requisito que se pide es que las personas llamen o envíen un mensaje de whatsapp al número 667 390 69 18 antes de llevar sus residuos para verificar que corresponden al tipo de materiales que se reciben y evitar que se les regrese.
A futuro se contempla reciclar el aceite de cocina de uso comercial o doméstico para convertirlo en combustible, además de producir lombricomposta.
Se dedica a reducir, reutilizar y reciclar
Tomás Villa Velazquez Rochín cuenta que empezó a brindar el servicio de recolección y transporte de residuos desde los 20 años, cuando aún era estudiante de la carrera de administración de empresas en la Universidad Autónoma de Sinaloa
“No me gustaba sacar la basura de mi casa y terminé sacando toneladas”, recuerda.
Empezó con la recolección de dos toneladas diarias en un conocido centro comercial de Culiacán por invitación de la misma empresa. Desde entonces se convirtió en proveedor, lo que después lo llevó a manejar lombricompostas para producir fertilizante orgánico; en este proceso se utilizaban los residuos del área de alimentos, según comenta.

Aunque inició de forma austera, su emprendimiento dio resultados positivos con el paso de los años. Ahora la empresa cuenta con varios socios y equipo que les permite brindar servicios a más compañías, además de establecer alianzas, como la que se tiene con Implarsa, para el reciclado de redes, sogas y cabos del sector pesquero.
Te puede interesar:
Promueve la moda y el consumo sustentable: reciclan ropa
Mujeres del sector pesquero hacen artesanías con piel y escama de pescado