El primer recuerdo de Gilberto del Toro sobre Mazatlán fue mirar el mar con ojos infantiles, desde el Volkswagen amarillo de su padre, justo cuando la familia llegó al puerto, procedentes de su natal Jalisco.
Su vida transcurrió en la Perla del Pacífico, también transitó por otras ciudades y países, pero siempre regresó al lugar que hoy no solo lo reconoce como chef, sino también como escritor y recopilador de historias.
Del Toro presentó sus dos primeros libros, “Cuentos de mi México” y “Relatos de Mazatlán” ante amigos y clientes de su restaurante Gaia Bistrot.
Acompañado de su esposa, Magui Rojas, y de la periodista Leda Garrido, quien prologó uno de sus libros, compartió el gusto de cumplir con un gran propósito: compartir historias que han llenado su vida. Asistentes de habla inglesa se compenetraron más con la presentación a través de la traducción de Luis Ángel Gómez.
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En viva voz, el novel escritor expresó que su detonador narrativo fue la posibilidad de dejar un legado. Sobreviviente de un ictus o derrame cerebral, en su etapa de recuperación física e impulsado por su personalidad hiperactiva, encontró en la escritura la manera de encauzar toda la energía que físicamente aún no podía utilizar.
Tomó como ejemplo a su amiga Nicole Leónides Ferrán, escritora cubano americana que a través de su libro “Puerto”. Si ella, que no era “pata salada” ni mexicana podía expresar su amor por Mazatlán, él también, señaló.
“Cuentos de mi México”, el primero en gestarse, contiene el relato personalísimo “Mi vida después de un infarto cerebral”, así como el cuento “Un temporal perfecto”, que ubica un romance que tiene al huracán “Olivia” como uno de sus escenarios. Además, a través de diversas fuentes, redescubre historias: la de la Quinta Echeguren, la del Schindler mexicano, el embajador Gilberto Bosques Saldívar; vida y obra de Pedro Infante y un recuento de la historia de Mazatlán.
“Relatos de Mazatlán” retoma íconos naturales y sociales del puerto a través de cuentos que hablan de la Catedral Basílica de la Inmaculada Concepción, de las Tres Islas, la Carpa Olivera, los Portales de Canobbio, la Plazuela Machado; la aparición y desarrollo de los medios de transporte más mazatlecos, arañas, pulmonías y aurigas. Y especialmente aborda a un gran personaje, El Buto, protagonista indiscutible del Centro del puerto.
Gilberto del Toro adelantó que pronto saldrá también su biografía, en la cual no solo comparte su vida y las enseñanzas adquiridas, sino también recetas clave en su historia personal, varias de las cuales forman parte del menú de su restaurante.
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