De forma regular se desfogan grandes volúmenes de agua; Jumapam dice que es producto del lavado de filtros.
De la planta potabilizadora Miravalles se expulsa un importante volumen de agua hacia la carretera que conecta a los poblados de Higueras del Conchi y Palmillas; simplemente se deja correr y se pierde. Habitantes del área aseguraron que esto ocurre al menos una vez al día y varias veces por semana.
Este recurso natural se tira justo en una zona cuyos habitantes todavía dependen de pozos porque no hay infraestructura para dotarles de agua entubada, aunque la planta potabilizadora se encuentra cerca. Al llegar el estiaje, los pozos se secan y las familias se surten del vital líquido a través de pipas, durante tres o cuatro meses, cada año.
La potabilizadora Miravalles se inauguró en diciembre de 2020 por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador, siendo gobernador Quirino Ordaz Coppel. Desde entonces, se suelen realizar desfogues de agua que nadie aprovecha.
Las personas que habitan la zona circundante consideran que se trata de un desperdicio y que el agua podría aprovecharse si se encauzara hacia un pequeña represa que se ubica a unos cien metros de la potabilizadora. Los escurrimientos de la represa podrían fluir a lo largo de un arroyo que la mayor parte del tiempo permanece seco; lo que a su vez favorecería la filtración de agua al subsuelo para recargar los mantos acuíferos. Incluso, podría alcanzar para el desarrollo de cultivos en pequeñas parcelas.
El viernes 23 de febrero del presente año, el equipo de Son Playas observó dos desfogues en diferentes horarios. El agua corre por la carretera; llega hasta un vado y de ahí se dispersa entre la vegetación. Cerca del lugar también se observó a una pipa cargando agua de lo que al parecer era un charco o un arroyo.
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No es fuga: Jumapam
A través del área de comunicación, la Junta Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Mazatlán (JUMAPM), informó que el agua que se desfoga de la planta no es una fuga o desperdicio, pues es producto del lavado de filtros que se realiza de acuerdo a las normas vigentes para esos procesos; lo mismo ocurre en todas las plantas potabilizadoras. Sin embargo, no se descarta que el agua pudiera ser recuperada y reutilizada a futuro.
Por lo pronto, el agua que se desecha no es apta para consumo humano porque contiene partículas orgánicas, sin que estas sean dañinas para el espacio natural en el que se reintegra.
La planta potabilizadora Miravalles tiene una capacidad instalada para limpiar mil litros de agua por segundo; pero la demanda y producción actual es de 400 litros por segundo.

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Sobre la planta potabilizadora
El presidente Andrés Manuel López Obrador inauguró la Planta Potabilizadora Miravalles y el Acueducto Picachos en Mazatlán, el 5 de diciembre de 2020 con una inversión total de 776.5 millones de pesos, de los cuales 304.9 millones de pesos corresponden a recursos federales.
También se aseguró que con dicha infraestructura se beneficiaría a unos 500 mil habitantes; se eliminaría el tandeo a los usuarios y se recuperaría el nivel de los acuíferos al sustituir las fuentes subterráneas por superficiales.
Las comunidades rurales aledañas no están dentro del sector beneficiado. Mientras tanto, grandes extensiones de terrenos han sido deforestados y lotificados para el desarrollo de nuevos residenciales campestres.
Para quienes habitan la zona, eso podría ser un indicativo de que pronto se introducirá la red de agua potable y drenaje, porque de otra forma, los servicios no estarían garantizados para esas nuevas inversiones privadas, dado a que no existen y los pozos de agua son insuficientes.


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