Más
    InicioMedio AmbienteEl pulpo chaparro de la bahía de Ohuira

    El pulpo chaparro de la bahía de Ohuira

    -

    En la bahía de Ohuira existen especies de alto valor ecológico poco conocidas que deben ser conservadas como parte de nuestra valiosa biodiversidad, como el pulpo pigmeo, mariposa cuatro espejos, puma, onza, árboles de sangregado, tortugas carey, murciélagos y pastos marinos, entre otros.

    En los últimos 50 años la problemática ambiental se ha exacerbado por el patrón de consumo de la sociedad, principalmente en países desarrollados, siguiendo el paradigma del crecimiento económico como “solución” a la pobreza. El resultado del actual modelo económico ha traído como consecuencia  que la población mundial que vive en la pobreza extrema alcance alrededor del diez por ciento de la humanidad; entre 657 y 676 millones de personas que tienen dificultades para cubrir sus necesidades más básicas como la salud, la educación y el acceso al agua y al saneamiento, entre otras cosas. Además ha provocado el despilfarro y la disminución del capital natural.

    Hoy la cuestión ambiental ha sido reducida prácticamente a dos temas: el cambio climático y la pérdida de biodiversidad. El cambio climático es un tema que recibe difusión constantemente por los medios de información tradicionales y es tendencia en las redes sociales en todo el mundo. La biodiversidad, por su parte, necesita ser mejor reconocida y valorada por su contribución al bienestar de la sociedad y al equilibrio ecológico global.

    Ya se acepta que el proceso de fragmentación y pérdida de hábitats y ecosistemas es una de las principales causas de la crisis actual de biodiversidad, sin embargo, los defensores del medio ambiente, la sociedad y las instituciones, debemos resaltar permanentemente que la principal causa de fragmentación de hábitats es el cambio de uso del suelo, y a su vez, el cambio de uso del suelo es una de las fuerzas impulsoras principales de la crisis ambiental actual.

    ¿Ser conservacionista es una moda?

    La necesidad de conservar se comenzó a reconocer en los Estados Unidos desde la segunda mitad del siglo XIX: el escritor y artista George Catlin fue el primero en proponer, en 1882, la idea de establecer parques nacionales para que los pueblos indígenas y la naturaleza pudieran conservarse conjuntamente.

    También los escritores Ralph W. Emerson y Henry D. Thoreau, pregonaron sólidos argumentos acerca de la importancia de la supervivencia de la naturaleza. Al mismo tiempo, el botánico Guillermo Bartram y el ornitólogo John J. Audubon se interesaron en la fauna y su conservación.

    Esa visión centra la Conservación en la preservación de la biodiversidad por el valor intrínseco de la naturaleza, entendido como el valor ecológico que concierne a componentes puramente ecológicos que no dependen de las preferencias humanas. Desde entonces se han protegido muchas Áreaspara impedir la acción del hombre sobre el medio ambiente, por ejemplo, el Parque Yosemite en California, en 1890, y el Parque Nacional Desierto de Los Leones establecido en México en 1917. Este modelo de conservación pretende el Dominio y Control absoluto de ciertas áreas ecológicamente valiosas, sin permitir el aprovechamiento de algún recurso, y persiste hasta la fecha conviviendo con otros enfoques.

    Posteriormente apareció el modelo de Conservación y Desarrollo que asume que “La conservación de la biodiversidad se ha desarrollado como una disciplina mediante la cual es posible proteger muestras representativas de la naturaleza, de la acción humana, y buscar al mismo tiempo el uso sostenible de los recursos naturales” (Gómez Pompa, 1998). En este esquema se permiten algunas actividades productivas en ciertas áreas pero persisten las restricciones en otras de importancia ecológica.

    Conviviendo con los modelos de Dominio y Control y de Conservación y Desarrollo, ha prosperado también una fuerte tendencia a enfocar la conservación de la naturaleza en el beneficio y desarrollo social y cultural del ser humano. Tal es el caso de la tendencia conservacionista de América Latina y otras regiones del globo, tendencias que son quizás las más universalmente aceptadas hoy en día. Este modelo se conoce como Conservación para el Desarrollo.

    No obstante el modelo de conservación con el que simpaticemos, la disminución de la diversidad biológica afecta la calidad del medio ambiente pero también la disponibilidad de recursos; esto equivale a decir que se pone en peligro la supervivencia de la raza humana y del resto de las especies. En otras palabras, la naturaleza no sólo tiene un valor ecológico, sino que tiene además, un valor utilitario; de ella emana un flujo de servicios que representan la base principal del bienestar de la sociedad, y el conocimiento de estos servicios, de las funciones que generan esos servicios y su reconocimiento, puede ayudar a sustentar la gestión y la conservación de la naturaleza de una forma más eficaz. Todos los modelos de conservación cumplen con uno o varios propósitos legítimos, el quid de la cuestión es saber aplicar cada uno de ellos dependiendo de su circunstancia particular; un buen gestor ambiental abogará por el modelo adecuado en el tiempo y el espacio.

    También lee: El gigante de amoniaco y un pueblo dividido en la resistencia

    ¿Conservar espacios, especies o procesos?

    Otras preguntas que se han planteado los ambientalistas, a lo largo del tiempo, es, ¿qué es más importante proteger; las especies, proteger los espacios, o proteger los procesos que mantienen en funcionamiento a los ecosistemas y hábitats? Una vez más la respuesta es: todos deben ser protegidos, pero se puede ser flexible, dependiendo de cada situación. Se deben proteger especies como la vaquita marina, el lobo mexicano, el jaguar, etc pero también es necesario proteger ecosistemas completos y hábitats donde quedan incluidas especies de importancia.

    Los esquemas de conservación también han evolucionado para incorporar la idea de crear redes de áreas naturales protegidas o gestionar grandes áreas de importancia ecológica como el norte del Golfo de California, atendiendo, por ejemplo, a los procesos de conectividad de las especies de importancia pesquera como jaibas, camarones, peces, caracoles, almejas y callos, aunque no haya sido decretado como ANP.

    En el caso de la defensa de la Bahía de Ohuira se ha destacado su importancia como ecosistema, su valor paisajístico, y su valor cultural principalmente, pero pueden también resaltarse objetos de conservación más específicos para que la sociedad valore mejor la necesidad de conservar este tesoro natural. Un objeto de conservación es un elemento de la naturaleza, valioso por escaso o raro, o por jugar un papel esencial en los procesos naturales del ecosistema. Dependiendo de la escala, los objetos de conservación pueden ser sistemas ecológicos, comunidades naturales o especies focales representativas de la biodiversidad, que se pueden monitorear a traves de sus cambios, y orientan los esfuerzos para su gestión adecuada.

    ¿Qué es una especie focal?

    Una especie focal es un organismo de valor ecológico y/o humano cuyo manejo y conservación son prioritarios. Existen varios tipos de especie focal:

    1. Especies endémicas son las que ocurren de manera natural en aguas y/o tierras de una región, ejemplo: la madreperla Pinctada mazatlanica.
    2. Especies indicadoras son especies sensibles que sirven como señal de alarma ante algún disturbio, ejemplos: gusanos poliquetos, tules, líquenes, ranas, algas.
    3. Especies sustrato son especies de las cuales dependen directamente otras especies de la comunidad biológica, ejemplo: manglar, arrecife de coral, bosque de pinos, los pastos marinos.
    4. Especies insignia, especies carismáticas de significancia social o cultural y son, por lo tanto, utilizadas como símbolos de los esfuerzos de conservación para motivar el interés y apoyo públicos, ejemplos: el quetzal, el cedro de Líbano, delfín, oso panda, nopal, águilas, la mariposa cuatro espejos.
    5. Especies exóticas, especies no nativas que son de interés debido a sus efectos negativos sobre el medio ambiente local, ejemplos: lirio acuático, eucaliptos, tilapias, etc.
    6. Especies objetivo, especies de interés por su valor de uso extractivo y no extractivo. Ejemplo: mariscos cosechados para consumo local, ballenas que atraen turistas, el «Pechocho«.
    7. Especies vulnerables, especies menos resilientes al cambio ambiental, que otras en la comunidad, requieren manejo cuidadoso para sostenerse. Organismos de crecimiento lento, que tienen poca progenie, o amenazadas, raras o en peligro, ejemplos: los reptiles, el sangregado en el norte de Sinaloa.

    En el sistema socioecológico de la Bahía de Ohuira existen algunas especies que son poco conocidas y sin embargo pueden ser consideradas como especies focales; el pulpo, la mariposa cuatro espejos, los arbolitos de sangregado, los murciélagos, la tortuga carey, los pastos marinos, el puma, la onza, la cactácea Cerus gigantius, entre otros,  que deben ser reconocidos y conservados como parte de nuestra valiosa biodiversidad.

    El chapo digueti

    El chapo Paroctopus digueti es un molusco escurridizo y peleonero; tiene un cuerpo pequeño, con el manto redondeado, de unos 6 cm de longitud, brazos cortos de 2 a 2.5 veces la longitud del cuerpo. A pesar de ser pequeño ,el pulpo P. digueti es un depredador voraz, caníbal e inusualmente agresivo.

    Se le llama pulpo pigmeo del Pacífico. Es una especie bentónica que habita en bancos arenosos, fangosos y rocosos de la zona de mareas y a menudo utiliza como refugio las partes internas de grandes conchas vacías de gasterópodos, bivalvos, así como botellas y latas vacías, el pulpo de Ohuira seguramente prefiere las latas de cerveza.

    pulpo
    Pulpo Pigmeo del Pacífico (Paroctopus digueti) observado el 24 mazo de 2019 en el Perihuete, Sinaloa. Autor: Alfonso ValdezAngostura. Colección www.inaturalist.org

    La mayoría de los pulpos de aguas poco profundas pone sus huevos en un refugio; puede ser una grieta o una cueva, en una excavación debajo de una roca o bajo estructuras subacuáticas hechas por el hombre, como muelles, bloques de hormigón, pilotes o naufragios.

    Se tiene poca información científica sobre estos organismos, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), reconoce su presencia en el Golfo de California, y considera un riesgo para esta especie que se capture sin tener información suficiente para establecer su abundancia. Le asigna a Paroctopus digueti un status de preocupación menor, o de poco riesgo,y recomienda que se investigue más sobre ella ante su eventual explotación pesquera.

    En 2019 un grupo de investigadores del CIIDIR, Guasave, la UAdeO Campus Los Mochis y Campus Guasave, y del Instituto Tecnológico de Los Mochis, encabezados por Genaro Diarte Plata, publicaron un estudio sobre esta especie, donde capturaron un total de 193 pulpos pigmeos en la bahía de Ohuira: 20 machos y 173 hembras, incluidas 21 hembras ovígeras (que estaban incubando sus huevecillos).

    Los pulpos son ovíparos, casi todos depositan huevos fuera de su cuerpo y los embriones se desarrollan dentro de los huevos. El proceso de producir huevos viables y asegurar que los juveniles eclosionen con exito es la tarea más importante de una hembra de pulpo. Esta tarea llega al final de su vida y se dedica por completo a ella. En Ohuira, cada mamá pulpo tenía entre 269 y 323 huevos cada una.

    También lee: Por qué no a la planta de amoniaco en Ohuira: ecocidio y etnocidio

    Observado en Bahía Kino, Sonora en 2018. Autor: Raúl Antonio Hernández Acosta. Colección www.inaturalist.org

    Las hembras capturadas en Ohuira se encontraron ocupando las valvas de la almeja chocolata en un 36.84 %; enseguida, con 31.58%, utilizaron a la almeja amarilla como refugio; el 5.26 % se encontró en una botella de vidrio compartiendo el espacio con huevecillos de caracol chino negro; y otro 5.26 % se ocultó en una lata vacía junto con sus huevecillos. Los machos, por su parte, se encontraron con mayor frecuencia en las valvas de la almeja berberecho, (en 10.53%).

    Es bien conocida la fama de inteligentes que tienen los pulpos, una cualidad importante es que todos sus conocimientos los adquieren por sí mismos, ya que sus progenitores mueren después de que los huevos eclosionan, a diferencia de los vertebrados, donde el conocimiento se trasmite de generación en generación. El pulpo es el invertebrado con mayor desarrollo del cerebro y los ojos. Al igual que el ser humano, enfoca la vista con precisión y se adapta a los cambios de luz. Además su lóbulo óptico, que interpreta la información y su magnífico sentido del tacto le permiten tomar decisiones para su supervivencia, según Mather et al., (2010).

    Los organismos de la población estudiada en la Bahía de Ohuira en general presentaron una longitud total promedio de 171.38 mm (17 cm), siendo el más pequeño de 8.5 cm y el más grande de 21.7 cm. En cuanto al peso total, los valores estuvieron  entre 11.5 y 65.9 gramos, con un promedio de 30.2 gramos, es decir, se necesitan 33.11 pulpos chaparros para completar un kilogramo, ¿será sustentable la pesca de este pulpo?

    Pulpo pigmeo del Pacífico
    Ejemplar observado en 2017 en Ohuira, Sinaloa. Autor: Juan Gill León. Colección www.inaturalist.org

    Esta población de pulpo pigmeo presentó un crecimiento rápido, tardando 2.4 años para alcanzar su longitud máxima, y creció a una tasa de 7.77 milímetros cada mes.

    A partir de experimentos realizados en acuarios, DeRusha y colaboradores (1987) publicaron que el pulpo pigmeo del Pacífico, es el que crece más rápidamente de los pulpos conocidos, aumentando el peso corporal tres veces de magnitud durante una media de seis meses de vida útil.

    El conocimiento de la estructura de tallas y del crecimiento de los individuos de pulpo es relevante porque proporciona información de la dinámica local de la población estudiada, y  posibilita establecer tallas de captura que garanticen que los jóvenes puedan llegar a la edad reproductiva y después integrarse al stock adulto. Este fue el objetivo principal de los investigadores de Guasave y Los Mochis ante la posible pesca del pulpo chaparro.

    En México la pesca de pulpo está basada principalmente en cinco especies pertenecientes al género Octopus, de las cuales Octopus maya y O. vulgaris son las más importantes en términos económicos. En el litoral del Pacífico las capturas están conformadas principalmente por O. hubbsorum, seguidas por O. macrocopus y O. bimaculatus; es una pesquería relativamente reciente con registros a partir de los años setenta y aún se desconocen aspectos básicos de la biología y ecología de las especies que se capturan comercialmente.

    Se ha observado la venta de pulpos de tallas pequeñas en un mercado municipal de la Ciudad de Los Mochis, pero habría que confirmar que se trate de Paroctopus digueti. Molesta la idea de que se utilice este pequeño cefalópodo como recurso pesquero; como se mencionó antes, se requieren 30 individuos para completar un kilogramo y todavía habría que extraerle las vísceras que no se aprovechan. Por su talla y peso pequeños es necesario hacer un análisis bioeconómico para establecer su viabilidad como recurso pesquero.

    En estos casos, dónde la información biológica es insuficiente, se recomienda la aplicación del enfoque precautorio, estosignifica evitar cambios que pueden ser potencialmente no reversibles y la identificación anticipada de resultados indeseables, así como de las medidas para evitarlos o corregirlos sin demora. Tal vez sería más productivo hacer una pesca basada en aumentar la disponibilidad de refugios (ollitas de barro, conchas vacías, latas, pedazos de llanta), donde puedan incubar sus huevecillos, haciendo rotación por área, y mantener a su población en estado saludable.

    Si se aprovecha como recurso pesquero sería una especie objetivo, pero si agregamos al pulpo chaparro a la galería de personajes destacados de la biodiversidad de la Bahía de Ohuira, sería una especie insignia, junto con los delfines, las tortugas carey, las aves, los felinos, y la mariposa cuatro espejos. Nos gusta el modelo de Conservación para el Desarrollo, es decir;que laconservación de la naturaleza sea para el beneficio y desarrollo social y cultural del ser humano.


    pulpo
    Pulpo pigmeo del Pacífico observado en 2016 en Isla Tiburón, Sonora. ©Miguel Yga. Colección www.inaturalist.org
    Pulpo pigmeo
    Refugios elegidos por el pulpo pigmeo Paroctopus digueti en la Bahía de Ohuira, Ahome, Sinaloa. a) Ejemplar de Pulpo pigmeo, Bahía de Ohuira; b) Pulpo dentro de valvas de almeja beberecho; c) Huevo en desarrollo embrionario sobre una ventosa; d) En una almeja chocolata; e) En una almeja amarilla; f) En una almeja beberecho; g) Botella de plástico compartida con cápsulas de caracol chino; y h) Lata con huevos de pulpo. Fuente: GBIF

    Notas relacionadas:

    El gigante de amoniaco y un pueblo dividido en la resistencia

    Por qué no a la planta de amoniaco en Ohuira: ecocidio y etnocidio

    Protestan en Mazatlán contra planta de amoniaco en Ohuira

    Una conversación con el Pechocho, el delfín de Topolobampo

    FUENTES CONSULTADAS:

    DeRusha, Randal; John W Forsythe & Roger Hanlon. 1987. Laboratory growth, reproduction and life span of the Pacific Pygmy Octopus, Octopus digueti. J. Pacific Science, Vol 41. Diarte-Plata, Genaro; Ruth Escamilla-Montes; Salvador Granados-Alcántar; Nithzia Yulen Pineda-Mendoza; Valeria Sainz-Aboyte y Antonio Luna-González (2019). BIOLOGÍA POBLACIONAL DEL PULPO PIGMEO Paroctopus digueti. CASO DE ESTUDIO EN EL NORTE DE SINALOA, MÉXICO. P 465-495. En: Estudios recientes sobre economía ambiental y agrícola en México. Coordinadores: Víctor Hernández Trejo; Ramón Valdivia Alcalá; Juan Hernández Ortiz; Plácido Roberto Cruz Chávez; Gustavo Rodolfo Cruz Chávez. UABCS-UACH. 496 p. Gómez Pompa, Arturo. 1998. LA CONSERVACIÓN DE LA BIODIVERSIDAD EN MÉXICO: MITOS Y REALIDADES Universidad de California, Riverside, Estados Unidos de América. Boletín de la Sociedad Botánica de México 63: 33-41, 1998. Bol. Soc. Bol. México 63:33-41 (1998). Mather, Jennifer ; Roland C Anderson & James B. Wood (2010). OCTOPUS: THE OCEAN'S INTELLIGENT INVERTEBRATE. Timber Press. 240 p.
    Jaime Renán
    Jaime Renán
    Jaime Renán Ramírez Zavala es Doctor en Gestión y Conservación del Medio Natural por la Facultad de Ciencias del Mar de la Universidad Autónoma de Sinaloa; sus líneas de investigación son Gestión de Zonas Costeras y Sostenibilidad Socioecológica. Consultor en Gestión y Conservación Neotropical, A.C.