Pese a la declaratoria, la venta y consumo de esos productos continuó en algunos sectores.
Debido a la presencia de marea roja tóxica, se implementó una veda sanitaria temporal para la extracción, almacenamiento, venta y consumo de ostión, almeja, mejillón, pata de mula, callo de hacha y caracoles de la bahía de Mazatlán a partir del viernes 25 de marzo.
Al declarar la veda, la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios de Sinaloa (COEPRISS), exhortó a la población en general a evitar el consumo de esos moluscos. Sin embargo, durante un recorrido realizado este sábado por Son Playas en la Isla de la Piedra se observaron varios puntos de venta de ostiones y almejas en el área de playa, en tanto que el agua del mar presentaba una fuerte coloración verde y marrón. Cabe señalar que no fue posible verificar el origen de esos mariscos.
Detectan biotoxina
Telma Soto Corrales, encargada del Proyecto Productos de la Pesca de esa dependencia estatal y del Programa Mexicano de Sanidad de Moluscos Bivalvos en Sinaloa, informó que el pasado 22 de marzo se tomaron muestras de agua para su análisis tras recibir el reporte de florecimientos algales por parte del Laboratorio de Biotoxinas Marinas del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El análisis arrojó que esta marea roja es causada por una microalga generadora de biotoxinas paralizantes potencialmente dañinas para el ser humano (Gymnodinium catenatum), cuya cantidad rebasó el límite establecido por la norma mexicana que determina las especificaciones sanitarias y métodos de prueba para los productos de la pesca (NOM-242-SSA1-2009).
Tras obtener esos resultados, la COEPRISS estableció un cierre precautorio el 23 de marzo y dos días después se declaró la veda sanitaria temporal que prohíbe la extracción, distribución y venta de todo tipo de moluscos con concha y caracoles provenientes de la bahía de Mazatlán. Este tipo de mariscos filtran el agua, se alimentan de las algas microscópicas y acumulan las toxinas en su organismo, razón por la que su consumo representa un riesgo para la salud de la población, en estas circunstancias.
La dependencia aclaró que la veda sanitaria no aplica para pescados, jaibas, camarón o langosta.
Efectos en la salud
En casos leves, la biotoxina generada por el dinoflagelado Gymnodinium catenatum puede provocar síntomas como debilidad muscular, vómito, dolor abdominal, diarrea, sensación de adormecimiento peribucal y hormigueo en manos. En casos graves, puede haber dificultades para respirar, convulsiones, alteración de la presión sanguínea e infarto en miocardio, según datos de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS). En caso de presentar algún síntoma de intoxicación, se recomienda acudir al centro de salud más cercano y no automedicarse. Es importante señalar que no todas las mareas rojas son tóxicas para el ser humano, pues todo depende de la especie de microalga que la genere y de la cantidad.
Vigilancia
Al establecerse la veda sanitaria por marea roja, la COEPRISS se encarga de revisar a los negocios con venta de mariscos para evitar que comercialicen moluscos bivalvos y caracoles, mientras que la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) es la responsable de vigilar que no se extraigan del cuerpo de agua ni se distribuyan, dijo Telma Soto Corrales.
Precisó que la veda solo aplica a la bahía de Mazatlán y que los moluscos provenientes de otras zonas sí pueden comercializarse siempre y cuando el establecimiento o vendedor demuestre su procedencia con una factura u otro comprobante.
La servidora pública mencionó que no había recibido reportes de venta de moluscos en la Isla de la Piedra, cuya playa presentó una marcada afluencia de visitantes y bañistas durante este fin de semana.
Esta es la segunda veda sanitaria temporal que se declara en Sinaloa en lo que va del 2022. La primera se implementó en Bahía Altata Ensenada Pabellones del 25 de febrero al 8 de marzo.
DATO
Según reportes de la UNAM, en Mazatlán se han registrado mareas rojas intermitentes desde febrero.
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