Las mareas rojas y la bioluminiscencia se han intensificado en algunas zonas del Pacífico mexicano, reportan investigadores.
En diversas playas del Pacífico mexicano se han presentado mareas rojas y bioluminiscencia que los investigadores atribuyen a procesos naturales y cíclicos en esta época del año. También existe evidencia de que se están intensificando.
En Mazatlán, la frecuencia y duración de estos fenómenos generados por florecimientos algales ha aumentado en la última década por diversos factores, según los monitoreos realizados durante 35 años por parte de investigadores del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICMyL) de la UNAM.
Rosalba Alonso Rodríguez, titular del Laboratorio de Biotoxinas Marinas de dicha institución, informó que en el 2020 las mareas rojas se han presentado de forma intermitente desde febrero a la fecha. Estos eventos han sido causados por diferentes especies de microalgas, algunas de las cuales son potencialmente nocivas.
Se estima que los florecimientos algales de primavera que se registran actualmente en la bahía de Mazatlán, están relacionados con las corrientes frías que provienen del fondo marino y aportan una gran cantidad de nutrientes a la zona costera. En esta ocasión, la alta productividad ha beneficiado a la pesca.
La investigadora considera que si las temperaturas se mantienen bajas las mareas rojas podrían intensificarse en lo que resta del año.
Marea roja en Baja California

Por otra parte, en Bahía de Todos Santos, Baja California, se mantiene una marea roja considerada como la más intensa de los últimos quince años, pues desde el 2005 no se presentaba otra igual, informó Ernesto García Mendoza, investigador del Departamento de Oceanografía Biológica y responsable del Laboratorio de Ficotoxinas del CICESE.
“El florecimiento que vemos actualmente cubre toda la bahía y la zona costera hacia el norte; abarca unos 20 kilómetros desde la línea de costa hacia mar adentro, en una franja que llega hasta el norte de San Diego, California”, señaló.
En el transcurso de tres semanas, el mar ha presentado una coloración roja durante el día mientras que en la noche se observan destellos luminosos en las crestas de las olas al romperse, sin que se registren efectos nocivos hasta el momento.
García Mendoza manifestó que este evento es cíclico en la zona y que no existen evidencias de que haya sido influenciado por actividades humanas.
Bioluminiscencia
La bioluminiscencia que se ha registrado recientemente en diversas playas del Pacífico mexicano se debe a la presencia de microalgas que forman parte del fitoplancton marino. Algunas de estas especies son luminosas debido a las reacciones químicas de su metabolismo.
Dependiendo de la región, varía el tipo de especies. En la bahía de Mazatlán, por ejemplo, se identificó la presencia de Noctiluca scintillans, mientras que en Bahía de Todos Santos se registró Lingulodinium polyedra, según los monitoreos realizados por investigadores del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICMyL) de la UNAM y del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE), respectivamente.


A finales de abril también se registraron bioluminiscencias en playas de Acapulco, en México, así como en San Diego, California, Estados Unidos. Estos fenómenos fueron muy notorios y se hicieron virales en redes sociales. Sin embargo, no fue posible confirmar las especies de alga y las condiciones ambientales de esas zonas.


Eventos naturales
Los recientes florecimientos algales forman parte del ciclo anual de los microorganismos vegetales que viven en las aguas superficiales del océano (fitoplancton).
Investigadores de diversas instituciones del noroeste del país coincidieron en que este fenómeno es parte del proceso natural de los ecosistemas marinos, los cuales están vinculados a los cambios de temperatura del agua que se registran durante la primavera.
Al disponer de luz, oxígeno y alimento, las microalgas tienen las condiciones necesarias para multiplicarse. Cuando alanzan altas concentraciones pueden cambiar la coloración del agua con diferentes tonalidades, de ahí que también se les conoce como marea roja.
La toxicidad del florecimiento algal y su potencial daño a la salud pública o medio ambiente depende del tipo de organismo que lo compone, de ahí que su monitoreo constante es importante, refirió Ernesto García Mendoza, quién además es coordinador de la Red de Investigación sobre Florecimientos Algales Nocivos (Redfan).
Factores que también influyen
Estos procesos naturales pueden verse influenciados por las condiciones ambientales de cada zona y las actividades humanas, como por ejemplo, la descarga de aguas sin tratar que incrementan la concentración de nutrientes que propician un desequilibrio y florecimientos algales nocivos. Por tal motivo, cada evento debe ser estudiado y evaluado por separado, señalaron los entrevistados.
Especies de dinoflagelados identificados en los florecimientos algales de Mazatlán entre febrero y abril de 2020. Potencialmente tóxicos.
- Akashiwo sanguinea
- Gymnodinium catenatum
- Alexandrium spp.
- Noctiluca scintillans
Fuente: Laboratorio de Biotoxinas Marinas del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICMyL) de la UNAM, Campus Mazatlán

Los florecimientos algales de primavera de este año han beneficiado a la pesca en Mazatlán por la abundancia de alimento. Los pescadores no han identificado cambios en el comportamiento de las especies de escama asociados a esos eventoss; solo refieren que el agua está más helada. Sin embargo, los monitoreos realizados por investigadores de la UNAM han detectado la presencia de microalgas potencialmente nocivas.
Hasta el momento no existe evidencia científica de que estos fenómenos estén relacionados con los periodos de confinamiento social que se implementaron por la pandemia.
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