El Rosario, Sin.- El sistema lagunar Huizache Caimanero está perdiendo profundidad y de continuar así, podría desaparecer en quince años. Para evitar que este ecosistema se pierda, ya se cuenta con una propuesta de restauración para devolverle la productividad pesquera a este humedal de importancia mundial que hoy se encuentra degradado por el azolve y la contaminación.
El Huizache Caimanero, ubicado entre los municipios de Mazatlán y El Rosario, llegó a ser el ecosistema lagunar más productivo de camarón en el Pacífico mexicano. Existen registros de que la década de los 70´s se llegaron a pescar hasta 32 toneladas de camarón en una sola noche, sin embargo, en los últimos años se captura cerca de 200 kilos de camarón en 10 días por cada panga.
Román Canul Turriza, especialista en ingeniaría costera, explicó que el desplome de la actividad pesquera es resultado del grave deterioro ambiental del sistema lagunar del que aun dependen unas 4 mil familias. Tras dos años de investigación, llegó a la conclusión de que el problema más agudo es el azolve de las lagunas, de tal forma que la profundidad del agua en algunas secciones es de apenas 20 centímetros.

De acuerdo al diagnóstico presentado este miércoles ante autoridades municipales, estatales y organizaciones pesqueras, la taza de azolvamiento se incrementó 500% en la última década al pasar de un centímetro a cinco centímetros por año, debido al arrastre de sedimentos que llegan a través de los ríos Presidio y Baluarte. Esos sedimentos provienen del suelo que es de deforestado para fines agrícolas, ganaderos y acuícolas. Otro de los principales problemas detectados es la contaminación del agua por agroquímicos, señaló.
El entorno natural y la productividad pesquera también se han visto afectados por la tala de mangle y vegetación que rodea la cuenca de los ríos, así como los cambios que han tenido en su caudal. Además, las lagunas han sido intervenidas de forma desordenada y sin sustento científico alterando su hidrodinámica; el espigón que se construyó en la desembocadura del río Baluarte y el uso de artes de pesca conocidos como chacuacos son un ejemplo, expuso.
Lo que se ha perdido
Los resultados del diagnóstico indican que la zona de manglar se redujo 78% y que el cuerpo lagunar perdió 3 mil hectáreas. El daño podría ser mayor considerando que el 85% del suelo que rodea al sistema lagunar corresponde a cultivos agrícolas y su expansión continúa.
El deterioro de los recursos naturales alrededor y dentro de la laguna han provocado un incremento de la temperatura superficial del agua superior a los 5 C° de 1990 a 2020, lo que favorece su evaporación y pérdida de profundidad del agua.
“Si tenemos una mayor sedimentación y una mayor temperatura el proceso de asolvamiento de la laguna y el proceso de secado se acelera”, señaló Canul Turriza.
Aún así, en el Huizache Caimanero quedan áreas importantes por su biodiversidad que dan refugio, alimento y descanso a aves migratorias que provienen de Estados Unidos y Canadá, cuyas poblaciones han disminuido entre el 30 y 40 por ciento. Para evitar la pérdida de estos espacios y recuperar la productividad de la laguna, ya hay estudios técnicos y estrategias listas para implementarse.

Al rescate del Huizache Caimanero
Junto al diagnostico del impacto ambiental también se presentó una propuesta de restauración productiva del Huizache Caimanero que forma parte del Programa Soluciones Costeras del Laboratorio de Ornitología de la Universidad de Cornell, Nuerva York, que es liderado por el doctor Román Canul Terriza con el respaldo del Instituto de Ingeniería de la Universidad Autónoma de México (UNAM) y el apoyo de Conselva Costas y Comunidades, organización civil que se ha encargado de propiciar la participación de los pescadores en el proyecto y la construcción de acuerdos para su implementación.
Las acciones de restauración incluyen el desazolve de los sitios críticos a través del dragado para aumentar la profundidad de la laguna; retiro de chacuacos y del espigón que bloquea la desembocadura del río Baluarte porque retiene la arena, favorece el azolve y pérdida de playa. También se contempla reforestar la zona de manglar, arroyos y márgenes del sistema lagunar.
Además de restaurar el hábitat de las aves migratorias y residentes del Huizache Caimanero, se planea fomentar su observación y el ecoturismo para generar ingresos adicionales a los pescadores.
Se estima que una vez que se realicen estas acciones el sistema lagunar y la productividad pesquera podrían empezar a recuperarse en dos años. Por lo pronto ya se tiene el diagnóstico y la propuesta de solución con soporte científico necesaria para su restauración. Las organizaciones pesqueras, por su parte, mostraron disposición a colaborar con tal de recuperar su medio de sustento. Solo faltan los recursos.



La presidenta municipal de Rosario, Claudia Valdez Aguilar, solicitó copia del expediente técnico para entregarlo cuanto antes al gobernador Rubén Rocha Moya a fin de que conozca la importancia y la urgencia de atender esta problemática. Por su parte, la diputada local Rosario Sarabia se comprometió a gestionar una partida presupuestal para las obras de dragado y restauración que se proponen. A su vez, los pescadores firmaron el acuerdo de restauración del sistema lagunar.
Sandra Guido, directora ejecutiva de Conselva, aclaró que la actividad pesquera no se paralizará por las obras de dragado e informó que se conformará un grupo de seguimiento y gestión para dar continuidad al proyecto, cuyo diagnóstico y elaboración de estrategias fue financiado por la Universidad de Cornell.
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DATO
El sistema lagunar Huizache Caimanero es humedal de importancia mundial (Ramsar). Por su ubicación a lo largo del Corredor Migratorio del Pacífico, es un sitio de gran importancia para las aves migratorias en México, entre ellas el pelícano blanco americano (Pelecanus erythrorhynchus) y la espátula rosada (Ajaia ajaia). También es el hábitat de una amplia gama de peces, mamíferos, reptiles, anfibios e invertebrados, incluidas especies en peligro de extinción o vulnerables.
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