Con el objetivo de repoblar las especies marinas de la Bahía Santa María y conservar el ecosistema, la organización civil Sociedad en Acción de Sinaloa (SUCEDE), con sede en La Reforma, Angostura, solicitará el decreto de Zona de Refugio Pesquero para esa área natural protegida.
Para poder realizar el trámite ante la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca), actualmente se elabora el estudio técnico justificativo, que implica la realización de muestreos de la calidad del agua con el apoyo de estudiantes de Biología e Ingeniería Ambiental de la Universidad Autónoma de Occidente, unidad regional Guasave, informó Isabel Mendoza Camacho, directora de SUCEDE.
El cuarto muestreo se realizó este sábado. Durante la jornada se obtuvieron parámetros físico-químicos del agua y estimaciones de la densidad poblacional de ostión, especie que será utilizada para sanear y restaurar la bahía de Santa María Playa Colorada-La Reforma, por tratarse de un organismo filtrador.
Se estima que un ostión adulto puede filtrar hasta 150 litros de agua al día, por lo que “la meta para el 2030 es un millón de ostiones filtrando la bahía y la designación de un área para Zona de Refugio Pesquero, cuyos beneficios son reducción de la mortalidad por pesca, protección a los procesos de reproducción y crianza, repoblamiento, dispersión larval, incremento de tallas y recuperación de cadenas tróficas y hábitats», señaló la organización civil a través de un comunicado.
De aprobarse, este sería el tercer refugio en Sinaloa, pues el 24 de abril del año 2018 se decretó la creación de refugios pesqueros en la Bahía Altata-Ensenada del Pabellón, ubicada en el municipio de Navolato y para Bahía Jitzamuri-Agiabampo, en el municipio de Ahome.
Estudiantes de la Universidad Autónoma de Occidente. Isabel Mendoza
Sobre la Bahía Santa María
Según información de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, la Bahía de Santa María se encuentra en el estado de Sinaloa y pertenece a los municipios de Navolato y Angostura, en el Golfo de California. Consta de 47 mil hectáreas de espejo de agua que cuenta con un gran número de esteros y amplias zonas de manglares que son habitados por mamíferos, reptiles, aves, anfibios, peces, insectos y moluscos, incluyendo especies protegidas.
Las comunidades situadas alrededor de esta bahía son: Dautillos y Yameto que se localizan en Navolato; La Reforma, Costa Azul y Playa Colorada, situadas en Angostura. La principal actividad económica de esas localidades es la pesca, la cual se ha visto afectada por la explotación irracional de las especies marinas y destrucción del hábitat, entre otros impactos negativos.

Foto derecha: Fragatas tijeretas descansan en la Reforma, Angostura. Crédito: Rafael Valdez/Naturalista.
¿Qué son los Refugios pesqueros?
La Ley General de Pesca y Acuacultura Sustentables define las Zonas de Refugio como las áreas delimitadas en las aguas de jurisdicción federal, con la finalidad primordial de conservar y contribuir, natural o artificialmente, al desarrollo de los recursos pesqueros con motivo de su reproducción, crecimiento o reclutamiento, así como preservar y proteger el ambiente que lo rodea. El trámite se realiza a través de la Conapesca.
Para su implementación se requiere del trabajo colaborativo de pescadores, la comunidad, autoridades y organizaciones civiles. A través de estrategias de manejo pesquero en estos refugios, es posible incrementar la talla, el volumen y valor de la captura; la certificación de pesquerías sustentables y el desarrollo de actividades alternativas como el ecoturismo.
Según el portal de Conapesca, hasta diciembre de 2019, en México había 14 redes de Refugios Pesqueros con un total de 36 polígonos distribuidos en cinco estados: Baja California Sur, Sonora, Sinaloa, Quintana Roo y Yucatán.
También te puede interesar:
Pescadores detectan más plástico y menos peces en el mar
Bolsas de plástico: las falsas medusas del mar que matan tortugas