Con estas, ya suman tres acciones colectivas emprendidas por la sociedad civil de Mazatlán.
En Mazatlán se tramitan otras dos demandas colectivas por la tala de mangle y vertimiento de aguas negras en el arroyo Jabalines y estero El Infiernillo, promovida por organizaciones civiles, pescadores y habitantes del puerto que se dicen afectados por la contaminación y deforestación.
Durante la semana pasada, peritos del Instituto Federal de Defensoría Pública realizaron recorridos por ambos sitios, en donde registraron los testimonios de vecinos, tomaron fotografías y muestras de agua, como parte de la investigación que se sigue para determinar si existe un impacto ambiental y la forma en que puede resarcirse.
En el arroyo Jabalines se atiende una demanda por los daños a la flora y fauna que generó la tala de mangle efectuada durante la obra de revestimiento que desde el año 2018 inició el Gobierno del Estado de Sinaloa. En este caso, la acción colectiva fue promovida por el Consejo Ecológico de Mazatlán (Cemaz), a la cual se han sumado otras agrupaciones ciudadanas y habitantes del puerto, según confirmó Martín Guerrero, presidente de la organización ambientalista.
Por su parte, los pescadores libres del estero El Infiernillo decidieron hacer uso de esta figura legal contra quien resulte responsable tras considerar que las constantes descargas de drenaje han provocado una disminución en la población de peces y otras especies acuáticas, afectando su actividad económica.
En ambos casos también se investiga el impacto presente y futuro de la contaminación por aguas negras y otros desechos, así como los rellenos y tala de mangle, especie protegida en México, confirmó Julio César Collantes Zamora, delegado del Instituto Federal de Defensoría Pública en Sinaloa (IFDP).
Dijo que además de reunir evidencias en el arroyo y en el estero, los peritos especialistas en biología, química, antropología e ingeniería civil recorrieron un canal que conduce aguas negras desde el cárcamo de rebombeo ubicado frente a la Unidad Administrativa, hasta la colonia Estero y de ahí al Infiernillo. Todos los registros serán analizados en la Ciudad de México y posteriormente se recopilarán firmas como parte del procedimiento.
Con estas, ya suman tres acciones colectivas emprendidas por la sociedad civil de Mazatlán. La primera de ella fue promovida por vecinos del Centro Histórico debido a la contaminación acústica que se ha padecido en ese y otros sectores de la ciudad.
La acción colectiva es una figura jurídica que cualquier persona o grupo de personas pueden emprender gratuitamente a través del IFDP para hacer valer su derecho a la defensa pública en materia penal y administrativa cuando existen daños al medio ambiente, bienes y servicios públicos o privados.
Que se repare el daño: Cemaz
Martín Guerrero, presidente del Cemaz, explicó que ese organismo tramitó la acción colectiva luego de que el gobierno del estado removió el mangle del arroyo Jabalines para revestir su cauce con concreto.
“Prácticamente fue por la tala inmoderada de árboles y se anexó la contaminación por descargas de aguas residuales”, afirmó.
La postura de Cemaz en este caso es que se repare el daño mediante la reforestación del cauce del arroyo o a través de la expropiación de un terreno para utilizarlo como área verde, apuntó.
El ambientalista Martín Guerrero mencionó que lo que ocurre en el arroyo Jabalines es uno de tantos problemas ambientales de Mazatlán.
“Toda la ciudad está contaminada por basura y aguas residuales”, lamentó.
Pese a las consecuencias ambientales y de salud pública que implican los derrames de drenaje, añadió, las fugas de aguas negras se han agudizado en la ciudad conforme el sistema de drenaje recibe las descargas de los nuevos desarrollos inmobiliarios y aumenta la población flotante en la ciudad.
“Al parecer el municipio les da más prioridad a los desarrolladores que a las colonias”, refirió.
Con el avance de la mancha urbana también se han perdido áreas verdes, tanto en zonas de manglar como de selva baja.
“No son prioridad, al contrario, las venden, hacen negocio con las áreas verdes”, concluyó.
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