Debido a la antigüedad de la red sanitaria en la calle Roosevelt, aguas residuales sin tratar terminan en el colector pluvial que lleva el mismo nombre. Temen que el problema se intensifique con las lluvias.
En Mazatlán hay al menos tres desagües por los que fluyen aguas residuales hacia las playas y el mar con frecuencia y que por su coloración y mal olor parecen ser drenaje. Estos son los de playa Norte, Pinitos y Olas Altas, zonas muy concurridas por locales y turistas.
Lo que sobresale es que estos vertederos son pluviales, es decir, son parte de una red hidráulica que capta, transporta y almacena el agua de la lluvia, mientras que las aguas negras se conducen por otra red sanitaria totalmente separada.
La descarga de agua maloliente más reciente se registró el pasado 9 de mayo en la playa de Olas Altas; la evidencia está en un vídeo que fue publicado ese mismo día en este medio. Los habitantes del Centro Histórico han denunciado públicamente que el problema continurá porque las autoridades no han implementado medidas que ayuden a frenar definitivamente las descargas incidentales.
¿Cómo es que el drenaje termina en el dren pluvial?
El colector Roosevelt es un dren subterráneo que capta aguas de lluvia del «Viejo Mazatlán» y corre a lo largo de la calle Roosevelt desde la calle Aquiles Serdán hasta Olas Altas.
Desde inicios de año vecinos del área empezaron a percatarse de que en el dren había flujo de agua sin haber caído una sola gota de lluvia.
En los meses de enero y febrero se presentó una plaga de moscos muy fuerte, relató Guadalupe Aguilar, vecina afectada, por lo que se procedió a llamar a Vectores de la Secretaría de Salud, quienes determinaron, después de varias visitas, que el foco dónde se generaban los moscos eran las aguas estancadas del colector.
Luego de una serie de reportes a la dirección de Obras Públicas y peticiones personales al alcalde Edgar González Zataráin a través de la audiencia pública, la dependencia empezó a tratar el problema.
La solución no llega
El 16 de marzo 2023 Jumapam envió un boletín en el que informaban el desazolve del dren en el Centro Histórico. Se dijo que el agua acumulada en el colector no era agua de drenaje, aunque sí aguas residuales, producto de labores domésticas en las viviendas aledañas como el lavado de automóviles, de cocheras y fachadas, del regado de calles y de barrido de banquetas con chorro de manguera.
Sin embargo para el mes de mayo los vecinos se dieron cuenta que había desagües de aguas negras en Olas Altas. Este hecho fue considerado como una evidencia de que el problema no se había terminado con el desazolve. Se juntaron 180 firmas de los vecinos para mandar una carta al Alcalde con copia al director de Obras Públicas y al gerente general de Jumapam, para que atendieran de nuevo el asunto. Fue el 22 de mayo; para esta fecha los colonos sentían ya que las autoridades estaban minimizando la problemática.
Al día siguiente personal acudió a tomar medida de los niveles del agua y si bien es cierto que éste había bajado, los lodos malolientes no habían sido extraídos del colector. En esa ocasión se terminaron de desazolvar las otras alcantarillas y ahí se dieron cuenta que había fugas de drenaje que se estaban filtrando al pluvial.
«La dirección de Obras ha estado sacando comunicados oficiales, publicaciones en las que dicen que el problema ya está solucionado con unos palazos que dieron. No han terminado de juntar los lodos y puede llover y esos lodos que sacaron se van a volver a meter», mencionó Guadalupe. Esto se pudo constatar al visitar la alcantarilla de la calle Heriberto y Roosevelt donde efectivamente hay un montículo de lodo, días antes la dependencia mandó evidencia de que habían estado trabajando en ese lugar.
Las fugas detectadas están a la altura de la calle Aquiles Serdán, Benito Juárez y Belisario Domínguez.
Luego de insistir y de que entre dependencias «se tiraran la bolita», el seis de junio una comitiva de colonos se reunió con el gerente general de Jumapam, Jorge González Naranjo, quién aceptó que si había fuga de aguas negras.
Según testimonios de los vecinos que formaron parte de la comitiva, en esa reunión se les informó que los tubos de drenaje de la Roosevelt están debajo de las banquetas, que son de asbesto, muy viejos y que probablemente ya están colapsados. También se les hizo saber que se podía poner un tapón a las fugas, pero tarde o temprano el agua terminará brotando en otro punto.
Además se les dió a conocer que recién se había terminado un proyecto ejecutivo para cambiar la red sanitaria y mitigar los derrames, el cual implicaba una inversión de cinco millones de pesos que corresponde a la Dirección de Obras Públicas conseguirlos. Sin embargo, no se les mostró el proyecto ni se les informó cuándo será ejecutado.
Esta situación preocupa a los vecinos, pues si la red pluvial ya está trabajando a una capacidad media con las lluvias la terminará por colapsar o revisar y no es lo mismo inundarse con agua de lluvia que con aguas contaminadas con residuos de drenaje. Toda el área del Centro Histórico es zona baja.
«Hay muchas consecuencias de este mal funcionamiento del colector, no solamente las consecuencias en plaga, en salud, están los mares, las playas, pero lo que les pedimos es que nos hagan una presentación pública de ese proyecto para saber de qué se trata y poder nosotros también, como un grupo ciudadano, presionar para que los recursos se destinen para eso», agregó.
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Jumapam niega fugas
Aunque ante los vecinos el gerente general aceptó la existencia de fugas de aguas negras, en entrevista con medios de comunicación González Naranjo negó que hubiese tal problemática, salvo uno que otro derrame que se haya ocasionado pero por la calle, por ejemplo, alguna coladera rebosando.
«Lo que pasa es que hay escurrimientos, hay de personas que de repente lavan y no canalizan el agua en el drenaje y eso va a pegar pluvial, el estatus del colector ya estamos trabajando en un proyecto porque es un hecho que necesita mantenimiento, necesita una reparación», dijo.
Por su parte, el director de Obras Públicas, Rigoberto Aramburo Bojorquez, reconoció que sí hay escurrimientos aunque no solo de drenaje, los cuales son menores.
«Hemos estado atendiendo ya durante varios semanas, incluso a lo largo del año hemos atendido ese tema, en las últimas fechas hemos profundizado, hemos retirado las rejillas de los cinco puntos principales: Aquiles Serdán, Belisario Domínguez, Carnaval y los otros dos puntos para poner esa zona en condiciones».
Cómo funciona el colector
Aramburo Bojorquez explicó que las condiciones naturales del colector Roosevelt son complejas al estar por debajo del nivel del mar, además de que funciona por medio de pendientes de gravedad para desfogar el agua. Su utilidad es mitigar o aminorar problemas de inundación.
«Estos funcionan debido a un volumen de agua, debido a corrientes, si lo vemos en un tema de ingeniería funciona, pero requiere por su naturaleza de mantenimiento. Afortunadamente este año ya va a funcionar el colector que desemboca hacia el lado API, esperemos que esa temporada la pasamos mejor», explicó.
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